Carles Porta da la bienvenida a los espectadores de Tor, su último true crime, junto a una hoguera. "El fuego es muy importante en esta historia", advierte varias veces el periodista. Pero también es un elemento que tiene otras connotaciones: nos hace entender que estamos ante una investigación que se ha consumido de forma lenta pero constante, como el madero que acaba en cenizas por una llama que ha mantenido abierta esta investigación durante casi 30 años.
Porta, el auténtico genio del true crime en España (Crims, Luz en la oscuridad), comenzó a investigar los sucesos ocurridos en la montaña de Tor en 1997, dos años después de la muerte de Sansa, uno de los vecinos de las 13 casas de este misterioso enclave situado en la frontera entre España, Francia y Andorra. Un juez le había otorgado meses antes la propiedad de toda la montaña y la tensión entre los pocos habitantes del pueblo se había hecho irrespirable.
La leyenda negra de Tor, sin embargo, comenzó mucho antes y abarca cien años de peleas, rencillas y envidias por un territorio tan recóndito como apetecible. Sobre todo si añadimos ingredientes tan sugerentes como la explotación de madera, el contrabando y la construcción de una pista de esquí que podría haber sido tan grande como Baqueira. A todo esto hay que sumar un precedente que manchó de sangre Tor antes de la muerte de Sansa: en julio de 1980 -allí las cosas malas siempre ocurren en ese mes- dos personas murieron tras un tiroteo entre bandos rivales.
"Atresmedia va a ser un trampolín para mí"
Tor ha sido un auténtico fenómeno de audiencia en TV3 -alcanzó un 23% de share en su última entrega- y este domingo llega a Atresplayer con la emisión del primer capítulo (habrá uno cada semana) antes de su desembarco en La Sexta. "Atresmedia va a ser un trampolín para mí, porque nos va a permitir saltar al mundo", explicó Porta durante su presentación en Madrid. "Esto es una historia universal que va a llegar a todas partes", añadió José Antonio Antón, director general de Atresmedia.
El trabajo de Porta en Tor es otro ejercicio de buen true crime. Plantea el suceso, presenta a los protagonistas y abre todas las vías de investigación para que el espectador saque sus propias conclusiones, como si fuera un jurado popular. Además, lo envuelve en una estética tan cuidada - es marca de la casa- que te traslada al misterio de la alta montaña a través de una maqueta icónica que ayuda a entender algunas de las situaciones que se relatan en la docuserie.
"Los personajes principales han agradecido la serie por su seriedad y rigor"
Pero lo verdaderamente relevante de este trabajo es que recoge todo el material que el periodista ha conseguido durante estos años, incluyendo las imágenes que grabó la primera vez que subió a la montaña, en 1997, cuando grabó un programa de 30 minuts para TV3 sobre el suceso. Esas valiosísimas imágenes permiten descubrir a algunos habitantes y testigos de lo sucedido en Tor -como la Sisqueta y su hija Pilar-, el grupo de hippies que vivían por la zona -un universo televisivo muy sugerente-, o los investigadores que acudieron al levantamiento de aquel cadáver que estaba lleno de secretos.
Muchos de los que entonces hablaron con Porta lo vuelven a hacer ahora en la nueva visita que el periodista ha hecho al epicentro de la leyenda negra para completar las piezas de un puzle más complicado de lo que parece. "Los personajes principales han agradecido la serie por su seriedad y rigor", destaca el periodista sobre la que podríamos decir que es su obra cumbre. "Making a Murderer [uno de los true crime más famosos, disponible en Max] fueron 10 años de investigación y esto han sido 27. Eso se nota y se ve".
Relacionados
- Atresplayer, el éxito de hacer streaming solo con series españolas
- Hiba Abouk y Belén Rueda, jefas de la noche de Marbella en 'Eva & Nicole': así es la nueva serie de Atresplayer
- Carles Porta, el señor del true crime, desembarca en Atresplayer: 'Tor', un misterio investigado durante 30 años
- Así es 'Red Flags' (Atresplayer), la vida sexual y emocional de cuatro adolescentes de la Generación Z