La última entrega de Vamos a ver estuvo marcada por la desesperación de Adriana Dorronsoro. La periodista ejerció de conductora en solitario ante la ausencia de Joaquín Prat y se vio superada por el desacato de algunos de los colaboradores. En concreto, de Isabel Rábago, que a raíz de unas informaciones relacionadas con la nueva paternidad de Bertín Osborne, dio rienda suelta a sus palabras y no cesó el discurso, ante la insistencia de Dorronsoro.
La reciente paternidad de Bertín con Gabriela guillén y las incendiarias declaraciones del artista fueron el centro del debate de la mesa social del formato. Hubo quienes sí fueron críticos con las palabras del cantante como Pepe del Real o Bibiana Fernández. Sin embargo, otros como Isabel Rábago o Antonio Rossi restaron gravedad a las palabras de Bertín. En mitad de este cruce de opiniones, Adriana se vio incapaz de calmar las aguas.
La presentadora tuvo que mostrar su faceta más seria para poner algo de orden en el plató. Incluso, llegó a advertir con expulsar a quien no obedeciera sus indicaciones: "Alguien va a acabar yéndose de este sofá hoy", dijo ante la negativa del cese de palabras de sus compañeros. El caso omiso de los colaboradores solo incrementó la desesperación de Adriana, que en su intento de avanzar con el programa, le advirtió a Isabel que dejara las polémicas de lado: "Por favor, vale ya. Vale ya, Isabel. Tengo que seguir, estamos todos hoy que me voy a quedar sola".
Isabel continuó en su línea de defensa hacia el cantante, y calificó la entrevista del artista de la "más sincera" que ha concedido nunca. Por su parte, Adriana, espetó: "Pero nos puede no gustar, aunque sea sincero, ¿No?". "Señora presentadora, si me permite acabar", le rebatía Rábago; algo que la presentadora no dudó en apostillar: "Muy bien, señora colaboradora, acabe".
Pero eso no es todo. Isabel defendió la actitud de Bertín ante las declaraciones en contra de la prensa del corazón que dio hace unos días. Unas declaraciones que Adriana considera que no tenía que haber realizado por su condición de personaje público. Y en este debate continuo de discrepancias, los gritos se hicieron protagonistas de la emisión: "Al final me voy a tener que poner vasca [...]. Oye, de verdad, que no nos entienden en casa, que me ha escrito mi madre y me ha dicho que 'ya vale'. Uno a uno, por favor", añadió la conductora para poner fin a una mañana intensa de disputas.
Lo cierto es que los colaboradores no dejaron margen de discurso a la conductora, que según iba avanzando en la actualidad informativa, se veía interrumpida por los incesantes comentarios de los tertulianos. Tal fue el punto de la desesperación de la periodista que, ya centrados en noticias relativas a Georgina Rodríguez, le soltó un zasca a Rábago: "Muy bien tu consejo. Gracias, Isa", dijo rápidamente para pasar al siguiente tema de opinión.
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