Borja Prado aprovechó la reunión del consejo de administración de Mediaset del pasado 19 de diciembre para presentar su dimisión como presidente de la compañía, tal y como ya adelantó elEconomista días antes. La decisión, efectiva a partir del 31 de diciembre, deja todo el poder ahora en manos del consejero delegado, Alessandro Salem.
Prado fue nombrado presidente el 20 de abril de 2022 sucediendo en el cargo a Alejandro Echevarría, y "ha conducido con éxito a la compañía a través del proceso de opa, segregación y posterior fusión por absorción con la matriz del grupo, MFE-MediaForEurope, culminado el pasado mes de mayo", según la empresa.
En cualquier caso, el año y medio de Borja Prado como presidente de Mediaset no ha sido fácil y ha estado marcado por la guerra interna que ha mantenido con los dos consejeros delegados con los que ha coincidido, primero Paolo Vasile y, después, Alessandro Salem.
Uno de los conflictos que tuvo con este último tiene que ver con Jorge Javier Vázquez. Aunque los dos estaban de acuerdo en que había que cancelar Sálvame, Prado también quería resolver el contrato del presentador, mientras que Salem se decantaba por seguir apostando por el de badalona. Le dio Cuentos chinos y también presentará Supervivientes 2024.