En la última entrega de Desnudas por la vida, las concursantes tenían una labor encomendada por Sonia Dorado: llevar una fotografía de su infancia que les trasladara al pasado para hablar con sinceridad de sus primeros recuerdos. Uno a uno fueron recordando los momentos más felices de su etapa juvenil. Sin embargo, Jesús Vázquez fue el último en mostrar la imagen que había preparado.
Cuando Sonia Dorado le preguntó si había traído la fotografía prevista, con reticencia a pronunciarse sobre el asunto y con la voz entrecortada, Jesús dijo: "Le he dicho a mi marido que me mandara una pero no se ve casi. Y la que me ha mandado es que...bueno venga". Envuelto en un clima de nostalgia y emociones, añadió: "Es una foto con mi madre [...]. En Galicia, cuando éramos muy pequeñitos".
"No puedo hablar de esto de verdad", confesó, entre lágrimas. "Cuando pierdes a alguien querido es muy difícil superarlo y mi madre ha muerto hace muchísimos años". Un fallecimiento que él mismo confesó no haber "superado": "Cuando veo una foto de ella, cada día la echo más de menos", fueron las palabras de Jesús, mientras rompía a llorar. "Es una cosa que no se va nunca", apuntó.
Después de confesar que nunca ha superado el fallecimiento de su madre, el presentador expuso sus sentimientos más profundos: "Lo que má rabia me da es que no haya visto lo feliz que soy ni haya conocido a Roberto (marido)". Y es que, a pesar de encontrarse en un buen momento profesional con el regreso de Mira quién baila, el presentador no puede evitar romperse al recordar a una de las personas que más importancia tuvo en su vida, su madre.