Nicolas Sarkozy se ha sentado este martes en el plató de Espejo Público (Antena 3) junto a Susanna Griso, que el pasado jueves también entrevistó a Pedro Sánchez en su programa. El político francés ha hablado de algunos asuntos internacionales como las guerras de Ucrania-Rusia e Israel-Hamás, y también de otros asuntos banales como el interés del Real Madrid por Kylian Mbappé. "Se queda en Francia", ha dicho. Sarkozy, a sus 68 años, también ha hablado de Carla Bruni (55) y, curiosamente, de Sánchez y Begoña Gómez.
Sobre el presidente del Gobierno de España y su esposa, ha dicho: "Sánchez está en su derecho de no hablar de su mujer".
Hay que recordar que el líder socialista defendió a Gómez este lunes, durante la presentación de su libro con Jorge Javier Vázquez: "La vida de la pareja de un político es muy difícil porque al final acaban expuestos. En caso de Begoña expuestas, a una crítica política. Porque efectivamente tiene una finalidad política, que es erosionar a tu pareja, y Begoña no tiene las herramientas de la política para poder defenderse. No puede salir y ponerse detrás de un atril en una tribuna. [...] Hay una asimetría que hace muy vulnerables a las parejas de los responsables políticos", señaló.
"Una primera dama excepcional"
Volviendo a Sarkozy, el ex presidente francés ha asegurado en Atresmedia que Bruni fue "una primera dama excepcional" y ha recordado cómo fueron los comienzos de su historia de amor: "A los pocos meses nos casamos". Contrajeron matrimonio el 2 de febrero de 2008 en una ceremonia muy discreta, que contrastó con la vida pública que llevaron posteriormente. Hace tres días, la modelo y cantante escribió en sus redes: "Love is the answer" (el amor es la respuesta), junto a una foto de ambos.

No tienen hijos en común. Ella tiene a Aurélien Enthoven (22), fruto de su relación con el filósofo y escritor Raphaël Enthoven. Él, por su parte, es padre de Pierre (38), Jean (37) y Louis (26). Los dos mayores son fruto de su primer matrimonio con Marie-Dominique Culioli y el pequeño lo tuvo con su segunda mujer, Cécilia Attias.
En 2021, cuando el político francés fue condenado a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias tras intentar sobornar a un juez en 2014, Bruni también le mostró su apoyo público. Hasta el día de hoy, que parecen estar enamorados como el primer día. En mayo de este año el Tribunal de Apelaciones confirmó la sentencia. La pena quedó en suspenso tras recurrir al Supremo.
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