El polémico final de Paz Padilla en Sálvame, despido de Mediaset incluido, es un tema que nunca se ha terminado de aclarar, a pesar de que la presentadora fue readmitida en la cadena donde este miércoles estrena Te falta un viaje, un docureality que protagoniza con su hija. Ella sigue en la emisora y los que fueran sus compañeros de programa en las tardes de Telecinco, no.
"Era un programa en el que, ya se sabe, se gritaba, y eso era lo normal. A mí ahora no me gustaría tener un programa así, estoy en otro momento", explica Paz Padilla en una entrevista donde también entona el mea culpa sobre su paso por Sálvame. "Yo no puedo culpar al público de lo que quiera ver. Yo pido perdón si alguna vez hice daño. Yo estaba muy incómoda, no iba con mi filosofía", apunta en una charla en el pódcast Lo que tú digas. "Les deseo que les vaya bien y que busquen su camino", añade.
Paz Padilla dejó Sálvame una tarde en la que el programa abordó unas polémicas declaraciones en las que hablaba de la vacuna del coronavirus. Días después, la cadena despidió a la presentadora y, meses más tarde, fue readmitida. "Yo hice un directo con María del Monte y Anne Igartiburu hablando de que, en aquel momento, toda mi familia tenía la vacuna puesta y todos teníamos el Covid. Yo lo había cogido por segunda vez. Dije que tuviésemos cuidado, porque nos podíamos infectar aun estado vacunados", comenta. "Yo explico en el programa que no soy antivacunas", aclara. "Era un tema muy serio", dice. "Me pasó factura, luego el tiempo puso las cosas en su sitio y aquí estamos".
Paz Padilla explica que sufrió la cultura de la "cancelación" y recuerda las graves consecuencias que tuvo aquello. "A mí me despidieron de Mediaset. Yo no sé si tuvo que ver eso, pero fue un efecto secundario, me imagino. No lo quiero saber, pero sucedió, evidentemente".
La súplica que Paz Padilla hacía a sus jefes: "Por favor, ¿no te da pena verla llorar?"
Sobre Sálvame, reconoce que lo pasó mal en muchos momentos. "No es bonito ir a un trabajo y no contar a tus compañeros que tu marido se está muriendo", pone como ejemplo. "Ni quiero hacer daño ni quiero que me hagan daño", comenta sobre la forma de trabajar del programa que presentaba. Y pone dos ejemplos: cómo se trató la muerte de Jesús Quintero y la de Chiquito de la Calzada. "Yo optaba por el silencio. Ver a una persona que era un genio y tratarlo mal porque hubiera muerto... yo no lo entendía". Pero admite que esa era la forma de trabajar de un programa de televisión, un medio que a veces es cruel. "Esto es un negocio, somos números, cifras. Somos muñecos. Soy un personaje, un producto, y mi mánager vende un producto. Pero tienes que diferenciarte del producto, porque, si no, el personaje te come. Y hay gente a la que le ha comido el personaje y no se quitan la careta".
Cuando veía algo que no le gustaba, Paz Padilla dice que pedía "por favor" a sus jefes que parasen. "Por favor, ¿no te da pena verla llorar? Por favor...", relata. La respuesta que recibía de los directivos era "¡Anda ya!".