Televisión

Adriana Abenia relata su terrible experiencia, víctima de abusos sexuales: "Si lo desvelaba nadie iba va a querer contratarme"

Adriana Abenia tenía muchas cosas que contar. Y, en lugar de dejarlas por el camino, las ha plasmado en La vida ahora. La presentadora relata en su nuevo libro los crudos episodios que han marcado su vida personal y profesional, como que fue víctima de abusos sexuales cuando cubría como reportera un acto para Sálvame. Además, cuenta que mintió sobre su marcha del programa con el fin de proteger a la productora, La Fábrica de la Tele.

La actriz aragonesa, de 39 años, declara en su autobiografía algunas experiencias que necesitaba soltar para, de alguna forma, "cerrar heridas". Muchas de ellas fueron traumáticas y cambiaron su forma de ser para siempre. Recuerda especialmente un episodio en Medina del Campo, cuando cubría un acto sobre la Casa Real, que se vio obligada a ocultar para que no afectara a su trayectoria profesional. "Para mí fue terrible lo que pasó en ese pueblo", cuenta en una entrevista con El Confidencial.

La de Zaragoza no habla textualmente en sus páginas de ninguna agresión o abuso sexual. Sin embargo, tras ser preguntada por estos términos, no niega haber sido víctima de este tipo de violencias. "No menciono con nombre y apellidos lo que me sucede ese día para no generar expectación en torno a aquella noche que cambió mi vida", aclara, señalando que "simplemente" narra "cómo sucedieron los hechos".

"Para mí fue terrible lo que pasó en ese pueblo. Si se ha liado tan gorda por un beso, imagínate con lo que cuento en el prólogo... es grave. Fue el detonante de lo que hizo que me convirtiera en una persona completamente diferente", explica, haciendo referencia al escándalo protagonizado por Luis Rubiales, ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol, tras besar a la jugadora Jenni Hermoso.

La presentadora sufrió un ictus

Al día siguiente de lo ocurrido, Abenia sufrió un ictus: "Decido callarme porque considero que si desvelo lo que me ha sucedido nadie va a querer contratarme. Me siento tan frágil, tan vulnerable... siento que en los inicios de mi carrera la confianza que tanta gente tiene depositada en mí, va a desaparecer".

"Quiero que sirva como hilo conductor para entender la dimensión de lo que ocurre después", sostiene, convencida de que el momento para hablar de su pasado era ahora: "Considero que la vida es espacio y tiempo y es precisamente ahora, cuando después de pasar por talleres y haber curado muchas heridas, soy capaz de regresar al pasado. Antes habría sido impensable. Si soy sincera, nunca pensé que contaría mi historia, pero he conseguido deshacerme de un peso importante y de esas lagunas que tenía en mi vida".

Abenia mintió sobre su despido en 'Sálvame'

En el libro, Abenia admite que mintió sobre su marcha de Sálvame, donde trabajaba como reportera, pero "con contrato de colaboradora". Explica que lo hizo para proteger al formato y para curarse a ella misma en salud: "No mentí por vergüenza. Fue por agradecimiento. Quizá tenía que haber sido más honesta porque muchos proyectos se cayeron por esa mentira. Estaba tan mal que dije que necesitaba afrontar otros retos y evolucionar, una falsedad que de alguna manera tiraba de mí".

"Mi salud era tan mala, me sentía insegura, sufría ataques de pánico... vivía tan deshumanizada que no quería contar lo que me sucedía y que la gente sintiera pena por mí. Si lo contaba quizá se acababa todo, hubiera tenido que volver a Zaragoza y todo lo que había conseguido no hubiera servido de nada", apunta. Ni siquiera Paolo Vasile tenía constancia de los sucedido. Cuando la llamó un tiempo después para ofrecerle nuevos proyectos: "Se va a enterar ahora por la publicación del libro si se lo mando a Italia".

"Habían depositado muchas esperanzas en mí y les defraudé cuando leyeron que me había marchado de Sálvame para no encasillarme. Se creyeron la mentira... De todo se aprende y a mí incluso todo eso me sirvió", explica. Y es que lo que ocurrió en realidad fue, en sus palabras, que la despidieron. Su función se estaba desgastando a la vez que la relación con el director del programa por aquel entonces, Raúl Prieto, flaqueba -todo lo contrario a lo que le pasó con Carlota Corredera, con la que conectó sin problemas".

En el despacho le dijeron que "había agotado el personaje". "Fue una reunión complicada porque no nos lo esperábamos. Fui con mi representante por aquel entonces, José Muro (el mismo que el de Jorge Javier), y lo que más me dolió fue que no me dejaran despedirme. Yo le debía a la audiencia un último día. Y a pesar de todo lo feo que pasó, decidí protegerles a capa y espada porque al final me lo habían dado todo. Sálvame me ha ofrecido los mejores y peores momentos de mi vida, pero hay derrotas que hay que celebrar con todo el alma y nunca más volví a sintonizar Telecinco en esa franja". El programa contactó con ella para que estuviera presente en su despedida, el pasado mes de junio, pero Abenia se negó.

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