El cuerpo en llamas se ha convertido en uno de los últimos éxitos de Netflix. Se trata de la serie que recrea en 'crimen de la Guardia Urbana', el asesinato de un agente a manos de su novia, Rosa Peral, y el amante de ella, Albert López. Están condenados a 25 y 20 años de prisión, respectivamente.
Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez son los actores que encabezan esta serie de Netflix basada en unos hechos reales que conmocionaron a todo un país en 2017.
Corberó ha confesado que le costó meterse en la piel de Rosa Peral. "No definiría a mi personaje como una persona normal, es alguien con muchas inseguridades, dualidades, ambición...", ha dicho. Asimismo, la actriz ha admitido que se pensó mucho aceptar el trabajo. "Las dudas surgieron del respeto que me daba interpretar un personaje basado en una persona real", ha comentado en encuentros con los medios. "Era importante intentar profundizar en el personaje de una forma humana y no caer en cosas más morbosas o amarillistas".
Desde prisión, sin embargo, Rosa Peral ha mostrado su enfado con Úrsula Corberó por algunas declaraciones de la actriz que ha escuchado estos días y así se lo ha manifestado al periodista Carlos Quílez, que ha hablado con ella para el programa Y ahora Sonsoles. "Está muy ofendida", afirmó el colaborador de Antena 3.
"La protagonista de la serie decía que era un papel que le había costado mucho hacer porque era un papel muy tóxico. Dime tú a mí en qué momento se me juzga a mí por tóxica o no tóxica", se queja Rosa Peral, en conversación telefónica con Quílez. "No hay una sentencia en la que se me condene por tóxica o no tóxica".
Hay que recordar que Rosa Peral trató de frenar la emisión de El cuerpo en llamas, pero la justicia lo rechazó y permitió a Netflix estrenar la serie en la fecha que estaba prevista, el pasado 8 de septiembre. Ese día también llegó a la plataforma un documental -Las cintas de Rosa Peral- en el que sí participa la condenada a través de llamadas desde la cárcel. Este trabajo, por cierto, ha creado una fuerte polémica porque otras personas que han intervenido en el proyecto han protestado al ver el resultado. El creador ha admitido que les ocultó que Rosa Peral iba a dar su testimonio directo.