María Teresa Campos revolucionó los programas matinales. Fue un auténtico animal televisivo en el mejor sentido de la expresión. Dominaba la cámara, los tiempos y el ritmo de todos sus programas. Era mirar al objetivo y el espectador quedaba atrapado en esa forma cercana que tenía de comunicar. Un don que muy pocas presentadoras tienen.
Su personalidad era arrolladora y creía en lo que hacía. Defendía que en su programa se pudiera hablar de corazón, gastronomía, moda... y también de política, una mezcla que antes no se hacía en televisión. Fue la primera que abrió un debate sobre actualidad por las mañanas. Ella fue la 'madre' de Al rojo vivo, Las mañanas de Cuatro, El programa de Ana Rosa...
Hay una secuencia que explica muy bien su forma de ser y su manera de hacer y defender la televisión que le gustaba. María Teresa Campos acudió hace años a TV3 al programa de Julia Otero. En un momento de la charla, esta última preguntó a su invitada por qué decidía ponerse "petarda" (hablar de corazón) después de abordar temas informativos más 'serios' o entrevistar a políticos de primera línea. La pregunta no le gustó demasiado y Campos respondió al más puro estilo Campos. "Lo que tú llamas 'petarda', yo creo que es ser cercana. Quiere decir que tampoco hay que ser tan pija. Porque si tú me dices 'petarda' a mí, yo te digo pija a ti".
Sus piques con Ana Rosa Quintana
Una entrevista a María Teresa Campos nunca defraudaba. Y una de las que más morbo despertó fue la que concedió a Ana Rosa Quintana en 2008 cuando los rumores de su mala relación eran mayores. "¿Yo te caigo mal?", preguntó Quintana a Campos. "Por supuesto que no", respondió María Teresa. "Ese enfrentamiento lo hacían cuando no teníamos nada que ver. Cuando yo hacía la mañana y tu hacías la tarde. Yo no sé sí somos dos buenas profesionales o no lo somos, pero en cualquier caso, sí que somos dos profesionales que hemos hecho cosas parecidas pero que seguramente tenemos registros diferentes. Cada una tenemos nuestra propia personalidad. La prensa hace las cosas que le vende, porque no nos engañemos, todos en algún momento hemos hecho aquello que nos vende. Entonces, si les vende el enemistarnos pues que lo hagan. Que a veces yo habré hecho cosas que a ti te molesten, seguro, sin duda...", continuó.
Ana Rosa, entonces, saltó. "¡Hombre!, algunos tiritos me has pegado. Que tú algunas veces...", comentó. "No empecemos así porque a lo mejor los puede haber por exceso y por defecto", contestó Campos. "Yo no he contestado nunca, eso es verdad", apuntó Ana Rosa. "Es que yo creo que es mejor los fantasmas a la cara. A mí me hubiera gustado que en esos momentos terribles en que incluso había un determinado confidencial que me insultaba sistemáticamente, tú podrías haber dicho: 'Teresa que te quiero, que estoy contigo', sólo eso".
Los otros grandes piques de María Teresa los protagonizó con Jorge Javier, con quien discutió en varias ocasiones en Sálvame. Y tampoco hay que olvidar, si recordamos los grandes momentazos de María Teresa Campos, el día que llamó "gilipollas" a Paolo Vasile, que había sido su jefe en Telecinco, cuando ella ya estaba en Antena 3.
En cualquier caso, el carácter de Campos quedó claro muchos años atrás, durante un encontronazo con Jesús Hermida en TVE, a finales de los 80. Una discusión que siempre se ha dudado si era realidad o estaba guionizada. El veterano comunicador le reprochó en directo haber faltado un día al trabajo y Campos contestó firme. "Le voy a decir una cosa, usted tiene la mala costumbre de corregir a la gente en directo. Está muy feo y no puede usted decirme en directo que está enfadado porque no estuve aquí el 24 de diciembre, que es el único día del año que le he pedido no estar", explotó. "Ya es demasiado, ya estoy cansada".