El viernes horribilis de Telecinco se veía venir. Hace tres semanas le preguntábamos a un altísimo directivo de Mediaset por la estrepitosa bajada de audiencia y nos contestó que "unas décimas no tienen importancia" y añadió que "lo importante era no gastar dinero en verano". La cadena firma su mínimo histórico desde 1990 y se queda con una media diaria del 7.9 por ciento. Esa misma fuente añadió que tras esta pesadilla estival Ana Rosa pondría las cosas en su sitio.
La vuelta de Ana Rosa Quintana al rescate de Telecinco, prevista para finales de septiembre, debería constituir un programa en sí mismo, un acontecimiento televisado y ornamentado: proponemos un desfile con orquesta de viento, majorettes y tragafuegos, con AR vestida como una heroína de Marvel, sentada en un trono de baño de oro, sobre una carroza barroca arrastrada por cuatro elefantes. La dueña y productora de las mañanas, las tardes, los fines de semana y algún prime time del gigante audiovisual (¿holandés?) deberá ir precedida por una gran comitiva formada por los trabajadores de Unicorn, su propia empresa, y por los que queden en Mediaset, incluido Pedro Piqueras, de Pierrot enharinado. Si Jorge Javier Vázquez no está de baja o de viaje, debería apuntarse, disfrazado de Asurancetúrix, con su lira y por supuesto amordazado, no vaya a hacer campaña por Yolanda Díaz.
Si no hay dinero para paquidermos, tal vez sirvan unos corceles majestuosos. Otra idea sería llevar a la abdicada reina de las mañanas hacia su nuevo plató en Fuencarral vestida como Liz Taylor en Cleopatra, en una silla de manos, con Alessandro Salem, Borja Prado, Manuel Villanueva y Pier Silvio Berlusconi llevando a su faraona en volandas, como los chairman imperiales. Ella, desde su litera, para regocijo de las masas agolpadas en los flancos de la cabalgata, y de los espectadores apostados frente al televisor, podría arrojar a ambos lados del desfile, monedas, caramelos, pasquines tipo "que te vote Txapote" y sonrisas.
Todo será poco para celebrar la rentrée de la gran esperanza de una cadena que no llega al 8 por ciento de media seis semanas después del entierro de Sálvame. Sin duda, semejante retransmisión sería un golpe de efecto que aportaría algo de audiencia y funcionaría como inigualable promoción para TardeAR, el magacín que promete lo mejor de ambos mundos: no hacer la "telebasura" que exhibían Jorge Javier Vázquez y su eficaz circo de los payasos pero a la vez recuperar los espectadores fugados tras el asesinato del formato de La Fábrica de la Tele.
De momento, el saldo es demoledor. El magacín de tarde de Sandra Barneda es cuando menos tan telebasura como su predecesor, pero encima lo que nos propone Cuarzo como parche hasta que llegue AR de sus vacaciones está peor hecho, no funciona y no tiene visos de hacerlo.
No sería de extrañar, no obstante, que la de Usera tuviera que adelantar el regreso, teniendo en cuenta que el insólito desplome que sufre la principal cadena de Mediaset no toca suelo: este viernes, la oferta estrella de Telecinco, su gran apuesta, su prime time, no llegó al 6% de cuota de pantalla y el magacín de tarde hizo un 7,3.
Pero es que los batacazos se suceden: por la mañana la audiencia también ha caído, por no hablar de series y estrenos con resultados patéticos. Bertín Osborne se hundió, Cristina Tárrega está haciendo el ridículo con su "vida sin filtros", Me resbala no tira, Vaya Vacaciones, tampoco, ni Alla tú. La magnífica serie de Blanca Portillo la estrenaron en mal día y a mala hora y se estrelló. El culebrón de sobremesa de Lydia Bosch fue un desastre y tuvieron que quitarlo. Los concursos de acces no despegan.
Telecinco prepara la vuelta de Jorge Javier el defenestrado con sus "cuentos chinos" para competir con Pablo Motos, la vuelta de Gran Hermano Vip sin abusos sexuales y con la incertidumbre de Marta Flich al frente y sobre todo espera la vuelta de Ana Rosa Quintana para empezar la reconstrucción. Si eso no funciona (para AR funcionar es hacer mucho más de un 10%), el siguiente paso es que el hijo de Berlusconi estalle y haga con Salem y Borja Prado lo mismo que ellos hicieron con Sálvame. Por favor: piénsense lo de la cabalgata con la retransmisión en directo del regreso de AR.