Hay situaciones de la vida que ponen a prueba nuestras propias líneas rojas. Un suceso inesperado puede resquebrajar los pilares más sólidos de nuestras creencias, hasta el punto de traicionarnos a nosotros mismos.
A este dilema se enfrenta Martín Romero, el protagonista de la serie Honor, un impecable juez, absolutamente respetado en Sevilla, que tiene que decidir cuánto está dispuesto a hacer para salvar a su hijo después de protagonizar un atropello mortal que le puede arruinar su vida para siempre.
"Esta situación me resulta muy atractiva. ¿Qué no es capaz de hacer un padre o una madre ante una situación así?", nos cuenta Darío Grandinetti. "Nos encontramos ante la demostración de que ser padre te cambia la vida, la visión de las cosas y las prioridades. Todo pasa al segundo plano".
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Este thriller emocional pondrá a prueba la profesionalidad de Martín Romero, un hombre de ley apoyado en una integridad sólida que le ha permitido alcanzar la madurez profesional sin una tacha. Y ahí es donde explota el conflicto que marcan los ocho capítulos de la producción. "No vamos a ver a un juez contento con lo que hace. Sabe que está mal, pero aun haciendo cosas ilegales, estoy seguro de que conseguirá la empatía del espectador".
De Cranston a Grandinetti
El atractivo detonante que plantea Honor fue determinante para que Grandinetti aceptara este papel que originalmente nace en la serie israelí Kvodo. De ahí surgen las distintas adaptaciones internacionales que se han rodado. La más popular hasta ahora ha sido la versión estadounidense que protagoniza Bryan Cranston: Your Honor (Su señoría), colgada en Movistar+.
"Me parece un actor extraordinario, pero preferí no ver su serie para que no me influyera demasiado. Temía que me gustase mucho y me pareciera a él sin querer", explica Grandinetti, un prolífico actor a quien también se le ha podido ver últimamente en series como La novia gitana o Hierro, esta última realizada por los mismos productores (Portocabo) que ahora firman Honor.
