Tom Cruise lleva reventando taquillas unos cuarenta años. Primero con Top Gun -la secuela del año pasado también batió récords- y después con Misión imposible, la franquicia que inauguró en 1996, cuando comenzó a protagonizar al agente del FMI Ethan Hunt en aquella primera película, basada en una serie de los años 60, por cierto, que estuvo dirigida por Brian De Palma.
El cineasta llevó los mandos de la primera, pero se negó a continuar en el proyecto cuando Cruise, protagonista y productor de esta máquina de hacer billetes, le ofreció seguir haciendo caja en la segunda.
Convertido en ídolo del cine de acción, estrena el miércoles Misión imposible: Sentencia mortal, séptima entrega de una saga -SkyShowtime, Movistar Plus+ y HBO Max tienen las anteriores entregas- que lleva más de 25 años demostrando una capacidad incombustible de generar adrenalina y crear adicción en los espectadores con los encargos ponen a prueba la capacidad física que llevan al límite a un Cruise, de 61 años, en plena forma.
Segunda parte en 2024
Misión imposible: Sentencia mortal llega dividida en dos partes -la segunda, para 2024- y somete a Hunt a una carrera mortal alrededor del mundo en la que está en juego el control y el destino del planeta. Hayley Atwell es la principal incorporación y Christopher McQuarrie repite en la dirección por tercera vez. El reto: superar los 800 millones de dólares de Misión imposible: Fallout, la más taquillera de todas.
