Kiko Rivera forma parte de la lista de 13 personajes vetados por Mediaset desde inicios de este año. No se puede hablar de ellos y tampoco deben ser invitados ni formar parte de los contenidos de los programas de la casa. Además del hijo de Pantoja, Rocío Carrasco, Ortega Cano o Antonio David Flores, entre otros, también están incluidos en esa 'lista negra'.
A pesar de la orden, Sálvame encontró este martes una forma de incluir a Kiko Rivera en uno de sus vídeos esquivando, de alguna manera, ese veto de la cadena, aunque a ojos de los espectadores no sirvió de nada, porque todos sabíamos quién era ese 'personaje ciego' que aparecía en pantalla.
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El programa recogió en un vídeo el paso de los miembros del 'clan Pantoja' por Supervivientes, una trayectoria que casi siempre se ha saldado con abandonos voluntarios. Sálvame se preguntaba si había un "gen Pantoja" que denotase su "poca fortaleza fisica y mental". Los participantes de la familia de la tonadillera, decía el vídeo, mostraban un "inquietante patrón: pasar por la isla, llevárselo calentito y abandonar el concurso porque no aguantan ni media".
Para hablar de este asunto, lógicamente, había que retrotraerse hasta 2011, cuando Kiko Rivera abandonó el reality por un ataque de gota. Sálvame se refirió al DJ como el "hermano de Isa Pi", pero lo curioso es que llegó a mostrar su imagen en Supervivientes con el rostro tapado por una enorme naranja (Sálvame Naranja) y con la voz distorsionada.
Kiko Rivera, de ser un personaje fijo en Mediaset a quedar vetado
Kiko Rivera, estrella de La herencia envenenada y otros programas de Telecinco a los que fue asiduo durante años, lamentó recientemente su veto en Mediaset, algo que le ha impedido acudir a la cadena para defender a su primo Manuel Cortés, que por cierto acaba de abandonar Supervivientes por salud.
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La lista de 13 vetados fue una de las primeras decisiones que tomó la nueva dirección de Telecinco cuando desembarcó en enero. Posteriormente, Mediaset tomó otras medidas, como el desarrollo de un nuevo Código Ético que trataba de poner orden en la pelea de las productoras que trabajan para la emisora, además de impedir hablar de política en programas no informativos, como Sálvame.
