Millones de españoles crecieron escuchando a José María García entre las sábanas de la medianoche. Primero en la SER y luego en Antena 3 Radio, Cope y Onda Cero, pero siempre siendo el más temido, el que hacía temblar a muchos con sus calentones nocturnos disparando contra abrazafarolas, chupópteros y correveidiles. Era el justiciero de la madrugada. Se marchó sin despedirse hace veinte años y ahora vuelve para romper su silencio en un documental que este lunes estrena Movistar Plus+.
García (Madrid, 1943) revolucionó la radio con una mezcla explosiva de información, espectáculo y una pasión adictiva. Ojo al dato: abrió la franja nocturna inventando un formato deportivo que hoy perdura multiplicado por todas las emisoras; y convirtió la forma de retransmitir los partidos en un show que conseguía que te interesase el fútbol, aunque no te gustase.
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Supergarcía cuenta el ascenso del periodista a través de su propio testimonio y el de otros notarios de la actualidad que trazan el perfil de este rebelde comunicador que se metía en charcos cada noche. "Exigí que quería la verdad, no un trabajo en el que saliese hasta alto y guapo", explica sobre este documental de tres capítulos que intenta captar todas las caras del periodista: del visionario de la radio, al influyente locutor cuyo poder crecía al mismo ritmo que sus enemigos.
José Ramón de la Morena no aceptó participar en el documental
García lo fue todo. "Se convirtió en un fenómeno social", reconoce Iñaki Gabilondo. "Lo odiaban, pero lo temían", apunta Arturo Pérez Reverte. "Hacía todo lo posible, putadas incluidas, para tener las mejores exclusivas", recuerda Luis Herrero.
En la docuserie, dirigida por Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, responsables de Raphaelismo, interviene hasta Rajoy, pero no José Ramón de la Morena, su gran rival. "Nos equivocamos los dos", reconoce García sobre aquella guerra con su colega. Firmaron la paz y recondujeron su relación. "Me sorprende que no haya querido participar".