El sucesor de Paolo Vasile al frente de Mediaset y nuevo hombre fuerte de los Berlusconi en España no ha tenido más remedio que salir al ruedo mediático y dar la cara ante el tsunami provocado después de la noticia de la cancelación de Sálvame tras 14 años en antena.
El final del magacín de Jorge Javier Vázquez y el anuncio de la llegada de Ana Rosa Quintana a las tardes ha convertido en el centro de la noticia al gigante audiovisual y al propio Alessandro Salem, un siciliano de 61 años con una larga carrera en el negocio audiovisual.
En una entrevista concedida al diario El País, deja perfectamente claro que Borja Prado no tiene poderes ejecutivos, contradice por tanto otro comunicado de Mediaset en el que se atribuían al presidente funciones sobre el control editorial de los informativos pero ahora rectifican y sostienen desde la misma cadena que solo se ocupa de labores institucionales.
"Los informativos son otra cosa. Hacen su trabajo como hasta ahora y lo seguirán haciendo. Tenemos que garantizar que los periodistas trabajen con tranquilidad", sentencia, y añade que el jefe de los informativos, Juan Pedro Valentín, es "absolutamente autónomo" y le reporta "directamente" a él.
Este cambio es muy relevante, especialmente porque las contundentes declaraciones de Salem se producen después de publicarse en muchos medios que el cambio de Jorge Javier Vázquez por Ana Rosa es la fachada visible del presunto volantazo político del gigante audiovisual tras la llegada a la presidencia de Borja Prado, amigo de Aznar y Berlusconi.
Hace solo seis meses, a primeros de noviembre, Mediaset decía lo contrario y proclamaba a los cuatro vientos que Borja Prado tendría competencias "en materia de Relaciones Externas e Institucionales, Asuntos Jurídicos y Regulatorios, Auditoría Interna, Cumplimiento Normativo y Responsabilidad Social", pero en un comunicado remitido nada menos que a la CNMV añadían que "asumirá las labores de apoyo y colaboración a la línea editorial de los programas informativos".
Salem, por supuesto, niega motivaciones ideológicas tras el cambio de estrategia pero a nadie se le escapa que las palabras no pueden estar nunca por encima de los hechos, unos hechos cuya cronología incluye la llegada al poder de la ultraderechista Meloni (y aliada de Berlusconi) tras ganar las elecciones en Italia en septiembre.
En la antesala del año electoral en España, la cadena nombró como directora de Comunicación a Sandra Fernández, procedente de la dirección de Medios de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, cercana a Miguel Ángel Rodríguez, y después, el anuncio del cambio del programa vespertino, "un programa de rojos y maricones", según lo definió Jorge Javier, por otro de Ana Rosa. Mientras que el filólogo es partidario de opciones progresistas, entre el PSOE, Podemos o Más Madrid, la veterana periodista se ha convertido en azote de Pedro Sánchez y la izquierda.
Ana Rosa estará amordazada para hablar de política en las tardes, como lo estaba Jorge Javier
Sin embargo, Salem asegura ahora que Ana Rosa Quintana no tendrá libertad para hablar de política cuando llegue a las tardes (sí podrá hacerlo en su tertulia matinal). "Será un programa alegre y de buen rollo", asegura. Ésta es otra de las significativas declaraciones del sucesor de Vasile, quien asegura que la Reina de las Mañanas también estará sujeta al código impuesto por Mediaset, el que impide exhibiciones ideológicas en la franja que ocupará a la vuelta del verano la sustituta de Jorge Javier. Esta sentencia, pronunciada por el hombre fuerte de la cadena, limita por tanto al entretenimiento el radio de acción de la presentadora, que, si cumple la norma, deberá evitar presencia de políticos y eludir por tanto debates de esa índole y que tan a menudo están ligados a la actualidad que alimenta los programas.
Salem confirma lo que adelantábamos este sábado desde Informalia: una serie diaria después del informativo de las 15 horas retrasará el comienzo de Ana Rosa respecto del actual horario de Sálvame y el nuevo programa, que será más corto que el actual Sálvame, estará seguido por un concurso, según asegura el Ceo. La serie, titulada Mía es la Venganza, está protagonizada por Lydia Bosch y Elena Furiase, y está producida por Alea Media, participada de Mediaset, responsable de éxitos como Entrevías o Vivir sin permiso. Ahora mismo hay dos concursos en antena, y por las palabras del máximo responsable de la cadena, cabe pensar que se suprimirá uno de ellos, presumiblemente el de Ion Aramendi, que funciona peor que el de Christian Gálvez.
Salem explica la cuadratura del círculo en la entrevista al diario de Prisa y describe la purga del universo Sálvame no como consecuencia de la derechización de Telecinco sino como la evolución normal en el proceso de renovación. Además, verbaliza oportunamente que "no es telebasura", como dijo el medio al que habían filtrado la cancelación del programa, e incluso añade que "es un programa muy bien hecho". Sin embargo, fulmina tanto Sálvame como Deluxe, que representan el 60% de la facturación de La Fábrica de la Tele. La decisión de Mediaset de cancelarlos obliga a la compañía a un ERE. En Sálvame trabajan alrededor de 150 personas.
Confirma Salem lo que ya adelantamos en primicia el viernes 5 de mayo, que Jorge Javier Vázquez sobrevive con Supervivientes y que va a tener un lugar en antena. Tiene contrato hasta 2025. También dice Salem que seguirán contratando con La Fábrica "si ellos quieren trabajar con nosotros", apostilla. Hace una semana, el italiano y la cúpula de la productora no se conocían personalmente.