Televisión

Carlos Cuevas y las escenas de sexo con Miki Esparbé en 'Smiley' (Netflix): "Hemos puesto pocos límites, pero hay cosas que se han pactado"

Smiley reúne todos los ingredientes clásicos de una comedia romántica navideña intrascendente. Pero tiene una pequeña gran diferencia con los grandes títulos de este género, a veces denostado: sus protagonistas son dos hombres, Álex (Carlos Cuevas) y Bruno (Miki Esparbé). "Parece mentira que esto no se haya hecho antes", lamenta el primero, que celebra que la ficción se haya abierto a la diversidad también en producciones "amables" como esta. "Muchas veces los personajes LGTBI han estado representados solo para contar sus dramas o para hacer de bufones, es decir, el personaje cómico, amigo del protagonista... Qué guay que veamos el mismo tipo de historias de amor sencillas que hemos visto a lo largo de la historia con heterosexuales, pues ahora también con personajes LGTBI".

Lea también: Demoledor segundo tráiler de la docuserie de Harry y Meghan, que llega a Netflix en dos partes, con otro disparo: "Juegan sucio"

Efectivamente Smiley no tiene más pretensiones que contar una comedia de enredo como las de toda la vida, pero entre dos chicos que mantienen el típico tira y afloja que comienza con una primera cita a ciegas, seguida del envío de un 'smiley' a través de WhatsApp. "Álex y Bruno no se atreven a contar qué es lo que sienten de verdad", describe Esparbé. "Y esto es lo que hace que este enredo funcione" durante los ocho capítulos que Netflix ha estrenado este miércoles, 7 de diciembre, y que muchos espectadores maratonearán gracias los 30 minutos que duran cada uno. 

La serie nace de una obra de teatro creada por Guillem Clua, también responsable de la serie, que arrancó en una diminuta sala de cuarenta butacas en Barcelona. Su éxito fue impresionante y se convirtió en todo un fenómeno que alcanzó otras ciudades, incluso Latinoamérica. De ahí, a Netflix con dos actores que han tenido que llevar a la pantalla la química (y la tensión sexual) que despiertan Álex y Bruno. "La química se puede trabajar, pero nosotros contábamos con la suerte de que nos conocíamos y ya había mucho trabajo previo. Eso no quita para que ensayásemos hasta el infinito, porque en la serie no hacemos de Carlos y Miki, sino de Álex y Bruno. Y el director sabía muy bien lo que quería".

La química se entrena y también las escenas de sexo. Smiley, como otras series de Netflix, ha contado con la presencia de una figura ya habitual en sus producciones. Se trata del 'coordinador de intimidad'. "He tenido esa figura por primera vez en mi vida. ¡Y bendito concepto!", reivindica Cuevas. "Es un antes y un después, ¿cómo no se le había ocurrido antes a nadie? Igual que hay gente que coordina una pelea, para que no te mates, ¿cómo puede ser que las escenas de intimidad se dejasen al libre albedrío de los actores?", reflexiona el actor.

Lea también: Venganza y ganas de matar: así será la batalla final de 'Sky Rojo' con ocho capítulos que ya tienen fecha de estreno en Netflix

"El coordinador de intimidad sirve de acompañamiento. Es un salvavidas. Estás en una burbuja de protección total pero a la vez te da libertad creativa. No son figuras censoras", aclara Cuevas. "Tú pones los límites como actor cuando no te sientes cómodo y el director se adapta y deciden cómo contar la historia en base a esos límites. Miki y yo no nos hemos puesto muchos límites, pero hay cosas que se han pactado y funciona mejor porque te sientes más acompañado", dice sobre su experiencia en Smiley, muy diferente a lo que ha vivido en otros rodajes. "A veces, por falta de tiempo, por inexperiencia o porque hay otras cosas en las que pensar, te encuentras el día del rodaje en bolas en una posición que no te gusta bajo una presión que es incómoda. Aquí ha sido al contrario, sabes qué vas a hacer. No se improvisa", explica. "En mi carrera he tenido escenas de sexo donde no lo he pasado bien porque se improvisa, porque hay cambios de última hora... Aquí está todo pactado para que nadie lo pase mal. Siempre es incómodo rodar sexo, pero ahora menos".

Cuevas también tuvo algunas escenas íntimas en la icónica Merlí, "hasta ahora, el proyecto más importante de mi carrera". Aquella serie, que empezó en TV3 pero tuvo éxito en toda España -spin off incluido en Movistar- permanece en el imaginario de muchos espectadores, tanto como su personaje, Pol Rubio, que, por cierto, se enamoraba de otro Bruno. "A día de hoy se me sigue acercando gente, padres, madres, adolescentes... porque la serie les ayudó mucho. Hace poco, incluso, un chico trans me dijo que se llamaba Pol por Merlí y me dejó temblando".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBeloudBluesky