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Auge y caída de los Pujol-Ferrusola: 'La sagrada familia' que retrata David Trueba en HBO Max

Jordi Pujol fue, durante décadas, el padre de Cataluña y su familia, con Marta Ferrusola a la cabeza, un modelo de referencia en la sociedad de la época. Él se dedicaba a la Generalitat -fue presidente entre 1980 y 2003- y ella, a los siete hijos. Todo el clan está salpicado ahora por un supuesto escándalo de corrupción. Se les acusa de haber utilizado la administración para enriquecerse y ocultar el dinero en el extranjero. Están a la espera de juicio, pero la figura de Pujol ya quedó hundida en 2014, cuando confesó que poseía una fortuna no declarada en Andorra.

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Esta es la parte final de la vida del que fuera el hombre más poderoso de Cataluña, el dirigente que edificó la estructura autonómica, el carismático líder que apuntaló el nacionalismo, pero también el político que sostuvo la gobernabilidad de España cuando su apoyo era fundamental en Moncloa. Lo fue para Felipe González y también para José María Aznar. A cambio, siempre pescaba nuevas competencias. "Es un personaje icónico", dice David Trueba, director de La sagrada familia, una docuserie que acaba de estrenar HBO Max. "Es poliédrico, tiene muchas capas y recovecos", apunta Jordi Ferrerons, creador de esta producción que aborda el "sistema edificado alrededor de la figura de Jordi Pujol" partiendo de un relato que comienza décadas atrás, cuando era un joven activista contra el régimen de Franco. Acabó, incluso, en la cárcel.

A través de un jugoso archivo audiovisual que salpica de detalles y anécdotas costumbristas aquellos primeros años, los más desconocidos, los cuatro capítulos -todos disponibles- desgranan su paso por Banca Catalana y el salto definitivo a la política que durante tanto tiempo había planeado. Fundó CDC y comenzó a patearse todos los pueblos hasta alcanzar la Generalitat cuando solo era un edificio vacío de competencias. Una máquina que engrasó con Lluís Prenafeta, su mano derecha durante años y, probablemente, el mejor testimonio -la lista va desde González, Aznar y Miquel Roca, a Jordi Évole o Pilar Eyre- de todos los que aparecen en la docucerie.

Los Pujol pidieron hablar

La voz y la imagen de Pujol está presente a través del suculento material que ha dejado durante décadas, pero Trueba y Ferrerons decidieron no hablar con Pujol. Eso sí, cuando la producción ya estaba encarrilada, recibieron la llamada de la familia para pedir intervenir. Lo hace a través del testimonio de Josep Pujol Ferrusola, el tercer hijo y el único familiar directo que habla en la docuserie.

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"Como en las mejores novelas, la saga de los Pujol está salpicada de anécdotas, de incidentes, de episodios memorables. Pocos materiales humanos pueden ser más ricos para retratar un tiempo y un país. Nuestra idea es darle al material un tratamiento épico, donde los afanes y la ambición determinan también el destino final de los personajes", considera Trueba.

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