El desastre del Prestige pilló a Gonzo trabajando como redactor de Radio Nacional. Una noche de guardia tuvo que informar de que el fuel que este barco había comenzado a derramar el 13 de noviembre de 2002 había llegado a las costas de Lugo, donde él trabajaba. 20 años después, el presentador vuelve a Galicia para contar lo que sucedió en su tierra, hablar con sus protagonistas y recoger el testimonio de los afectados por un desastre medioambiental que puso contra las cuerdas al Gobierno de Aznar.
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El expresidente del Gobierno no ha querido participar en el programa, según confirma Gonzo. "Creo que ni contestó al email". El equipo de Salvados también 'tocó' a cuatros de sus ministros: Rajoy, Cañete, Matas y Cascos. Todos dieron "un no por respuesta". "Ningún ministro ha querido hablar para el programa", explica el presentador. "Alguno nos ha dicho que ¡anda que no hay chapapote del que hablar ahora!", nos comenta el periodista, que revisará el caso a través de dos especiales que La Sexta emitirá en los próximos dos domingos (21.30).
José Luis López Sors era director general de la Marina Mercante en 2002. Hablará con Gonzo sobre cómo afrontó la gran decisión que tuvo sobre la mesa: alejar el Prestige de la costa como defendían altos cargos políticos o acercarlo a un puerto seguro como avalaba el Capitán Mangouras, que también charlará con el periodista de La Sexta.
"Hay gente convencida de que lo que se hizo estaba bien hecho; y gente que trabajaba a las órdenes de aquel Gobierno y que 20 años después, por primera vez, dicen que no estaban de acuerdo, pero que cumplían ordenes", afirma Gonzo. A esa gestión técnica sobre el rumbo del Prestige hay que unir la polémica gestión política y mediática del caso que despertó una ola de críticas y el nacimiento de un movimiento social, conocido como Nunca Máis.
"Era la segunda legislatura de Aznar, todos recordamos la actitud que había a la hora de enfrentarse a errores graves. Ocurrió con el Prestige, pero también con la guerra de Irak, el Yak-42 o el atentado del 11M... son patrones que se repitieron. Buscaban culpables que no fuesen ellos, el que dijese lo contrario era antipatriota y presionaban a todos los niveles para que su versión fuese la verdadera", rememora Gonzo, que acusa a aquellos mandatarios de "mentir descaradamente a la gente".
"Cuando a un pueblo como el gallego le tocas la costa y los recursos pesqueros... estás hablando con las cosas de comer", señala. "El Gobierno se encontró de frente con un gremio que estaba apoyado por toda la sociedad", dice el periodista. "La gente sintió que se le faltaba al respeto, que se le trataba como a niños pequeños", analiza.
Es cierto que aquel movimiento de protesta se desvaneció con el tiempo, pero Gonzo no cree que la sociedad haya olvidado lo que ocurrió. "La memoria perdura. Cualquier gobierno que se encuentre con una situación como aquella, sabe que no puede ser tan caradura como se fue en aquel momento, porque la sociedad no va a transigir", destaca. "Se ha aprendido la lección. El movimiento Nunca Máis puede resurgir en cualquier momento".