Una de las fórmulas que históricamente mejor han funcionado en Sálvame son los culebrones internos que protagonizan sus colaboradores. Los enfrentamientos entre ellos, las traiciones y, también, jugar con sus sillas y fantasear con la advertencia de que pueden perder su sitio en cualquier momento.
La polémica situación que está viviendo Rafa Mora tiene muchos de esos ingredientes. Todo comenzó cuando se enfrentó por dos veces con Miguel Frigenti. Las redes estallaron contra el primero y llegaron muchos comentarios acusándole de hacer un comentario homófobo que, incluso, fue afeado por Adela González en plató. Hubo espectadores que pidieron su despido.
Sálvame vio que el tema se podía exprimir en directo y llevó este asunto a la escaleta de contenidos, centrada desde hace tres días en el puesto de trabajo de Rafa Mora, que se ha convertido en el protagonista de la semana. En primer lugar, Sálvame puso sobre la mesa las críticas que habían llegado al programa y preguntó a los espectadores si el valenciano era perjudicial para el formato. Votaron 71.000 usuarios, y un 62,7% de ellos dijeron que sí. "Estas cifras corroboran que el programa tiene un problema manteniendo a este colaborador en plantilla", dijo Terelu Campos este miércoles. "¿Pero se trata de un problema sin solución?", añadió. Y ahí estaba el truco.
El programa ha puesto varias condiciones a Rafa Mora para continuar como colaborador y le ha pedido que rebaje el tono. Además, y para seguir generando contenido, le sometió a un coaching con Cristina Soria, una habitual de Sálvame. El programa rellenó buena parte de la tarde analizando las imágenes de esa sesión y Rafa, incluso, protagonizó un 'íntimo' con las presentadoras -Adela González y Terelu Campos- en el que acabó derrumbándose cuando mostró su lado más íntimo y habló de su madre o de su abuela.
Pero Sálvame no se quedó ahí. El chicle todavía se podía estirar más y decidió meter en la ecuación a Kiko Matamoros, a la vista de que muchos consideran que Rafa Mora está influenciado por él. El programa lanzó otras dos nuevas preguntas para seguir removiendo la polémica y, de paso, generar más inestabilidad en el plató. "¿Es negativa la presencia de Kiko Matamoros para Rafa Mora?"; "¿Quieren que Rafa Mora y Kiko Matamoros no vuelvan a coincidir nunca en el programa?", son las dos cuestiones que Sálvame lanzó a los espectadores.
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Como era de esperar la reacción se vio inmediatamente en el plató cuando Kiko manifestó que si su presencia era un problema para Mora, él abandonaría el programa. "Si yo voy a ser una carga para que un compañero venga más días, yo me voy. No tengo ningún problema, ya me he ido una vez y me iría una segunda", comentó. En la misma tarde, además, Matamoros tuvo un fuerte enganchón con Miguel Frigenti, que fue el colaborador con el que Rafa Mora había tenido el primer enganchón. Matamoros protestaba por algo que su compañero había escrito en Twitter. "¿Nos vamos a poner a sacar cositas publicadas de todos?", preguntaba Miguel. "De mí lo que quieras. Dicho y escrito, tienes barra libre, de ti no lo puedes decir", contestaba Matamoros, que luego lanzaba un mensaje más serio: "Los delitos de odio son muy feos". "¡Qué sucio juegas!", respondía Frigenti.
El resultado de las preguntas, en el 'Sandía'
Que los enfrentamientos y, sobre todo, jugar con el futuro de los colaboradores en el programa funciona volvió a quedar demostrado este miércoles. El resultado de las dos encuestas se anunció al final del programa y Sálvame Sandía logró su mejor dato (12,9%), aunque no tiene nada que hacer con Pasapalabra que sigue arrasando día a día en Antena 3 (23,9%). Por cierto, un 69% cree que la presencia de Matamoros es negativa para Mora pero, curiosamente, un 50,2% quieren que sigan coincidiendo en plató.