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Morante de la Puebla recibe el alta tras el grandísimo susto de su cogida en Pontevedra: "No ha tenido fiebre durante la noche"

Este domingo, la tarde taurina en Pontevedra se tiñó de preocupación apenas iniciado el festejo. Morante de la Puebla sufrió una seria cornada durante la lidia del primer toro de Garcigrande. El animal, de embestida corta y exigente, según los periodistas especializados, sorprendió al torero mientras lo templaba con la mano izquierda en los medios. La acción, casi ralentizada a ojos del público, terminó con el diestro en el suelo. Aunque logró reincorporarse, la taleguilla del muslo derecho estaba completamente rasgada y la sangre era visible. Las imágenes corrieron como la pólovora en redes sociales. Fue trasladado de urgencia al hospital Quirónsalud Miguel Domínguez de Pontevedra y ya regresa para Sevilla.

Todo ha quedado en un susto y el torero de 45 años ya ha recibido el alta durante la mañana de este lunes: "No ha tenido fiebre durante la noche. Ha dormido bien. Se le tomó la fiebre cada dos horas y ha descansado. Continúa con la medicación prescrita por los médicos", ha trasladado Pedro Jorge Marques, apoderado del diestro sevillano, a Mundotoro. Y ha explicado: "Se le practicó un TAC para descartar cualquier tipo de lesión que no fuera la herida de la cornada".

Pese a la buena noticia del alta, todo parece indicar que tendrá que pasar por quirófano para aproximar los bordes de la cicatriz. El torero, además, tiene intención ahora de pasar por Lisboa para que los efectos de la cornada sean revisados por un cirujano de su confianza, según El País. La herida se produjo en la parte interna del muslo derecho, con dos trayectorias, una de 10 centímetros y otra de 6.

Su recuperación se estima, según los médicos, en una semana o diez días. Su nombre, no obstante, sigue anunciado para este mismo viernes 15 de agosto en San Sebastián. El torero se muestra optimista y se le espera en Málaga el 18 de agosto, en la primera de sus dos tardes de feria.

Casado en dos ocasiones

José Antonio Morante Camacho, conocido como Morante de la Puebla, nació el 2 de octubre de 1979 en La Puebla del Río (Sevilla). Aunque no procede de familia taurina, su afición surgió con apenas cinco años. Forjó su estilo en el campo abierto, aprendiendo de aficionados locales y escuchando tertulias taurinas en bares de su pueblo, hasta ser descubierto por Leonardo Muñoz, padre del torero Emilio Muñoz, quien se convirtió en su primer apoderado. Debutó en público el 3 de septiembre de 1988 en Villamanrique de la Condesa y, con solo 11 años, se presentó como novillero sin picadores en Montellano. El 16 de abril de 1994, en Guillena, toreó su primera novillada con picadores, saliendo a hombros. Desde sus inicios destacó por un concepto artístico muy personal, combinando clasicismo y creatividad.

Su carrera ha estado marcada por triunfos y también por percances físicos y personales. En varias ocasiones se ha retirado temporalmente por problemas de salud mental, visibilizando abiertamente su lucha contra la bipolaridad y un trastorno de la personalidad. Ha reconocido públicamente haber atravesado momentos críticos, incluso con pensamientos suicidas. En lo personal, ha estado casado en dos ocasiones y es padre de José Antonio Morante Antúnez (2007), futbolista profesional y canterano del Real Betis Balompié, internacional con la Selección Española sub-18. A lo largo de su trayectoria, Morante se ha consolidado como una de las figuras más influyentes y singulares de la tauromaquia contemporánea, admirado por su inspiración artística y por la intensidad emocional que transmite en el ruedo.

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