Hay vida más allá de la tele y Gloria Camila lo sabe. En plena guerra mediática con la familia de su 'cuñada' Michu por la custodia de la pequeña Rocío, hija de su hermano José Fernando, la tertuliana ha viajado a El Puerto de Santa María para olvidarse de los problemas y centrar su atención en una sorprendente actividad: vender hamburguesas en un food-truck.
Se trata de un negocio puntual que puso en marcha el año pasado junto a su sobrina, Rocío Flores, y una tercera amiga. El éxito fue tal que han decidido repetir y las críticas no pueden ser mejores: "La hamburguesa riquísima", "Rocío me cocinó una hamburguesa y Gloria la metió en la caja, me encantó conocerlas", "Son encantadoras y la hamburguesa muy rica"...
Eso sí, la experiencia las dejó completamente exhaustas: "Os prometo que estoy KO. He vivido lo que es tener un foodtruck en un festival grande y admiro profundamente a todos los que trabajan y sustentan sus vidas con ello. No está pagado", ha dicho Gloria Camila en sus redes. "Tres días seguidos, desde las seis de la tarde hasta cinco y media de la mañana, sin sentarte, atendiendo a la gente y de lejos viendo a tus cantantes". Ha sido un lunes duro para la hija de Ortega Cano: "Esta mañana no he dormido, he ido directa al AVE y ahí he dormido un poco".
Las chicas, eso sí, estuvieron acompañadas por sus respectivos novios, Manuel Bedmar y Álvaro García. Rocío ha compartido con sus seguidores un carrusel de imágenes en las que reflejan que, además de trabajar, también tuvieron tiempo de disfrutar del fin de semana.


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