El próximo 3 de agosto se cumplen dos años desde que el hijo del actor fuera detenido en Tailandia por el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta. Dos años desde que la vida de Rodolfo Sancho estalló en mil pedazos. El intérprete canceló temporalmente su agenda laboral para centrarse en la defensa de su hijo y regresó poco a poco a los set de rodaje por necesidad vital y también económica. Eso sí, exigía por contrato ausentarse en eventos promocionales o encuentros con los medios para evitar la exposición mediática e incómoda. Hasta ahora.

Y es que Rodolfo Sancho figura entre los asistentes al estreno de Los Futbolísimos 2: El misterio del tesoro pirata, la película protagonizada por Arturo Valls, Joaquín Reyes y Miguel Ángel Muñoz, entre muchos otros. La cita tendrá lugar este martes 29 de julio a las 19:00 h. en los cines Kinépolis de la capital, en Pozuelo de Alarcón, y en la larga lista de invitados al evento encontramos a rostros tan conocidos como Antonio de la Torre, Ana Fernández, Itziar Miranda, Joaquín Prat, Guti y Romina Belluscio.

Rodolfo regresa poco a poco a la vida social mientras la defensa de su hijo Daniel continúa trabajando para mejorar la sentencia de cadena perpetua que dictó el Tribunal de Koh Samui hace ya casi un año. El juez entendió que la muerte de Edwin Arrieta había sido un asesinato premeditado en contra de la línea de defensa, que insiste en que fue un homicidio imprudente, producto de un accidente. Desde entonces, Daniel cumple condena en la cárcel Surat Thani, en Bangkok donde, según el abogado García Montes, "se encuentra muy bien". El hijo de Rodolfo Sancho tiene una celda propia y pasa los días entre lectura, deporte y llamadas telefónicas a sus seres más cercanos, unas condiciones que distan mucho de lo que relatan otros presos del mismo módulo.

Hace apenas un mes que la defensa de Daniel entregó el recurso al tribunal, acusando a la policía tailandesa de manipular las pruebas durante la investigación y el juicio. Solicitan la repetición del procedimiento y que esta vez, a diferencia de la primera, sea público, para que todos los medios de comunicación puedan acceder a la sala: "No tenemos nada que ocultar", dicen. "Tendremos una respuesta en otoño", dijo el abogado.

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