La legendaria residencia de Cary Grant ha salido al mercado inmobiliario por un precio de 71 millones de euros (77,5 millones de dólares). La propiedad, completamente renovada y convertida en una lujosa vivienda contemporánea, representa uno de los activos inmobiliarios más exclusivos actualmente a la venta en Los Ángeles.
La viuda del actor, Barbara Jaynes (anteriormente Barbara Harris), decidió transformar radicalmente la casa que compartió con el protagonista de Con la muerte en los talones hasta su muerte en 1986. Décadas después de heredar la propiedad, Barbara, junto a su actual esposo, el inversor inmobiliario David Jaynes, optó por demoler la vivienda original construida en la década de 1940 y reemplazarla por una moderna mansión de 1.460 metros cuadrados.
De residencia clásica a vivienda contemporánea
Cuando Barbara conoció a Cary Grant en los años 70, él ya estaba inmerso en la reforma de la casa. Tras casarse en 1981, Barbara se mantuvo al margen de los planes iniciales de diseño. "El proyecto ya estaba en marcha", recordó. Sin embargo, tras la muerte del actor en 1986, ella heredó la propiedad y, con el paso del tiempo, decidió dejar su propia huella en la icónica mansión.
Barbara y David Jaynes comenzaron a pensar en una nueva construcción a partir de su matrimonio en 2001, pero no fue hasta 2014 cuando se inició el ambicioso proyecto de demolición y reconstrucción. "La casa estaba obsoleta. Tenía techos bajos y vistas parcialmente bloqueadas", explica Barbara en The Wall Street Journal. Incluso Cary solía decir: 'Debería haber derribado todo y empezar de cero'".
Un diseño pensado para las vistas y la comodidad
La nueva vivienda ha sido diseñada con ventanales de suelo a techo enmarcados en acero, para maximizar las vistas panorámicas que abarcan desde el centro de Los Ángeles hasta el océano Pacífico. La propiedad se asienta sobre una parcela de 11.735 metros cuadrados, lo que garantiza privacidad y amplitud.
La casa cuenta con seis dormitorios y varias terrazas envolventes que rodean los dos niveles principales de la vivienda. Entre sus principales características destaca un cine privado en la planta baja. También cuenta con una bodega de vinos con estanterías de cristal a medida y ranuras especiales para mantener las botellas en su lugar.
Los jardines están completamente rediseñados, con rosas blancas y crema, proporcionando un entorno de tranquilidad. Tiene una piscina de gran tamaño y una pista de tenis privada. Los únicos elementos originales que permanecen son algunos enormes pinos de piedra, considerados un patrimonio vegetal de la finca.
Un legado de Hollywood reinventado
Cary Grant adquirió la propiedad en 1946, cuando estrenaba Encadenados junto a Ingrid Bergman. Tenía 42 años, y ya era una súper estrella (había hecho Sospecha, Arsénico por Compasión o La Fiera de mi niña). Nacido en Bristol, de una familia humilde y desestructurada, cuando adquirió la propiedad era rico. Gastó aproximadamente 46.000 dólares de la época, una cifra simbólica si se compara con el valor actual. Durante décadas, la casa fue escenario de reuniones legendarias del star system hollywoodiense. Barbara recuerda una fiesta sorpresa organizada en la vivienda durante su construcción, a la que asistieron personalidades como Frank Sinatra y Gregory Peck, quienes tuvieron que entrar por una ventana al no estar terminada la obra.
"Hemos sido muy felices aquí", afirmó Barbara, aunque ahora, a punto de cumplir 75 años, ha decidido buscar una residencia más pequeña. "Echaré de menos la casa, pero es un buen momento para mudarme", ha reconocido.
Un mercado exclusivo en Beverly Hills
El mercado inmobiliario de lujo en Los Ángeles, y particularmente en Beverly Hills, ha mostrado signos de recuperación tras años de altibajos. Según Aaron Kirman, agente de Christie's International Real Estate y uno de los encargados de la venta, en lo que va de año se han cerrado al menos tres operaciones por encima de los 50 millones de euros y una por más de 85 millones de euros (90 millones de dólares).
"La gente reconoce que está accediendo a oportunidades valiosas en mercados que son desafiantes", explica Kirman, subrayando que propiedades con historia y un diseño tan cuidado suelen atraer a compradores internacionales y a inversores patrimoniales.
Una oportunidad única
La puesta en venta de esta residencia ofrece a los compradores la posibilidad de adquirir un pedazo de la historia de Hollywood, pero adaptado a los estándares más exigentes del siglo XXI. El equilibrio entre legado y modernidad convierte a esta propiedad en una de las joyas más exclusivas del mercado inmobiliario estadounidense.