Aquel verano de 2020 pocos imaginaban que cinco años después seguiríamos hablando de Enrique Ponce (53) y Ana Soria (27) gritando su amor a los cuatro vientos. La diferencia de edad que les separa siempre les ha acompañado entre comentarios negativos, de los que incluso se defendieron en público cuando visitaron El Hormiguero de Pablo Motos. Una visita que, además, hizo que bailaran algunas fechas sobre cuándo el ex marido de Paloma Cuevas y la almeriense comenzaron realmente su noviazgo.
A mitad de este julio en los que algunos ya han disfrutado de sus vacaciones y otros las saborean a la vuelta de la esquina, ellos han sorprendido con un pack de tres imágenes en las que se muestran muy cariñosos en la piscina. Las ha subido la futura abogada y las ha acompañado de una canción, perteneciente a uno de sus cantantes favoritos, Manuel Carrasco.

Salitre, tema que el cordobés interpreta con Camilo, dice así en su estribillo: "Te he imaginado en el coche y te imagino en la playa. Tú mojadita en salitre y yo siendo tu toalla. Tú con mi camisetita. Que te sirve de pijama. La que te pones de noche. Y te quito en la mañana".
Fue hace cinco años cuando se descubrió la relación entre los dos a raíz de conocerse la separación del torero de Chiva de la madre de sus dos hijas, Paloma Cuevas. Desde entonces, mucho ha llovido. Pasaron por épocas en las que tomaron la decisión de no compartir nada en redes (incluso el diestro se quitó sus perfiles). No obstante, la joven fue poco a poco rompiendo la norma y volviendo a sorprender con algunas de las imágenes más románticas de su relación, sobre todo en momentos destacados como las Navidades o la época estival. Ana Soria, en esta ocasión, no ha dejado atrás la oportunidad de compartir estas instantáneas con sus seguidores de Instagram, que son casi 130.000. Recientemente, la enamorada de Ponce también ha sorprendido con un posado en bikini desde el mar almeriense que tanto aprecia.

Lo que no llega es la boda, de la que se ha rumoreado en tantas ocasiones mientras disfrutan cada vez más de su tiempo y su vida en Almería, donde el torero se instaló por amor.