La ceremonia de los premios Tony, que se celebró este domingo en el Radio City Music Hall de Nueva York y que estuvo presentada por la actriz Cynthia Erivo, consagró Maybe Happy Ending como el gran triunfador de la noche al recibir el galardón a mejor nuevo musical y acumular un total de seis estatuillas. También se coronó como una de las triunfadoras de la noche Sarah Snook, conocida por la serie Succession. La artista fue laureada como Mejor Actriz Principal de Teatro por su papel en The Picture of Dorian Gray. Otros, en cambio, no tuvieron tanta suerte. Entre ellos, George Clooney.
Los galardones que destacan a las mejores puestas teatrales estrenadas durante el último año en Broadway no premiaron al intérprete de Good Night and Good Luck (Buenas noches y buena suerte), la obra que adaptó y protagonizó a partir de la película homónima por la que en el año 2005 recibió cinco nominaciones al Oscar. La producción teatral se presentó en el Winter Garden Theatre, donde las funciones de preestreno comenzaron el 12 de marzo de este año. Su estreno oficial fue el 3 de abril.
"Tengo 63 años, no voy a competir con protagonistas de 25 años (...) Ese no es mi trabajo, ya no hago películas románticas", explicaba la estrella de Hollywood por aquel entonces. Unas palabras a las que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respondió con sorna al tacharlo de una "estrella de cine de segunda y un comentarista político fracasado". Desde que se celebraran las últimas elecciones estadounidenses el actor se ha mostrado siempre muy crítico con el republicano.

El hecho de que Good Night and Good Luck se presentara sobre las tablas veinte años después la colocaba entre uno de los espectáculos más esperados de la temporada, pero, finalmente, Clooney se fue con las manos vacías. Estaba nominado en cinco categorías, pero no encabezó ninguna.
Cabe decir, no obstante, que el actor de Ocean's Eleven fue uno de los más aplaudidos de la noche. Sentado con su esposa, la abogada Amal Clooney, en la primera fila, se dejó ver muy sonriente y agradecido por figurar entre los nominados a Mejor Actor, estatuilla que finalmente recibió el intérprete y creador de la obra Oh, Mary, Cole Escola.
Uno de los detalles que llamaron la atención de Clooney fue el regreso a su cabello blanco. A sus 64 años, el actor se lo había tintado de color pelirrojo para interpretar su papel en Broadway, encarnando la estética que lucía dos décadas atrás. Él mismo explicaba en los últimos meses que este cambio de imagen le incomodaba, y que incluso había desatado las bromas entre su entorno. No obstante, esta etapa queda atrás con su vuelta a las canas.
En cuanto a su estilismo, el actor deslumbró luciendo un elegante esmoquin negro. Por su parte, Amal llevó un vestido blanco de palabra de honor que combinó con un clutch de mármol. El vestido, de color blanco y envuelto en tiras de perlas, contrastaba con el bronceado de la activista y su larga melena oscura.
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