En octubre de 2024, Rafa Nadal puso punto y final a su carrera deportiva dejando a todos con el corazón encogido. A sus 38 años, el mallorquín, todo un ícono del tenis mundial, ha decidido disfrutar de la vida alejándose de las pistas. Ahora, disfruta de esta nueva etapa con la ilusión de convertirse en padre por segunda vez junto a Mery Perelló. Y este domingo, Roland Garros ha querido devolverle todo el cariño depositado todos estos años con un emotivo homenaje en sus emblemáticas instalaciones de París.
Con un recibimiento lleno de cariño y entre aplausos y vítores, Rafa se ha bajado del coche en la tarde de este domingo acompañado de su mujer, Mery, y su pequeño Rafa Jr., de 3 años. Juntos han llegado hasta la pista Philippe Chatrier, ese rincón donde el tenista mallorquín ha hecho historia levantando nada menos que 14 veces la Copa de los Mosqueteros en Roland Garros. Una vez allí, ha comenzado el homenaje a una carrera deportiva brillante que el tenista se ha ganado a pulso y en el que no ha podido contener sus lágrimas.

En medio de la pista, Rafa ha tomado la palabra y no ha podido evitar dedicarle unas palabras a su mujer, Mery Perelló, su gran apoyo y compañera de vida. "He perdido la hoja, pero es fácil de arreglar. No la necesito. Mery, eres mi mejor compañera de vida, no nos podíamos imaginar en 2005 que estaríamos aquí 20 años después siendo una familia. Hemos estado siempre donde me has necesitado apoyándome en una situación no siempre fácil. Este último año y medio no ha sido fácil, pero gracias a tu apoyo y a la felicidad que nos da nuestro hijo, todo ha sido menos complicado", ha confesado.

El tenista también ha querido reconocer el trabajo incansable de su tío Toni Nadal, quien sido su entrenador durante toda su carrera. "Toni, eres la razón por la que estoy aquí, gracias por dedicar una parte de tu vida a estar conmigo. Lo que hemos vivido no siempre ha sido fácil, pero sin duda ha valido la pena. Por nuestra forma de ser no somos de expresar sentimientos, pero quiero que sepas que mi gratitud por sacrificar todo por mí es infinita", ha expresado.

Y allí, en el centro de la pista, se ha reencontrado con algunos de sus rivales más destacados. Y se ha sincerado: "Después de estos años luchando por todo, veo como el tiempo cambia la perspectiva de las cosas. No lo sabes aún, Novak. Roger y Andy sí, esos nervios de vernos cuando somos rivales ahora es diferente, es solo felicidad de lo que hemos conseguido. Todos hemos llegado a los sueños, hemos construido una rivalidad enseñando al mundo que podemos luchar de manera increíble de manera correcta".

"Me llevasteis al límite, al final tenis es solo un juego, nosotros sentimos algo más, pero no olvidemos que solo es un juego. Que estéis aquí ahora es lo máximo, somos muy buenos amigos después de haber sido grandes rivales. Espero que sigamos haciendo cosas positivas para nuestro deporte juntos, gracias", ha añadido.

Para su familia, también ha tenido unas bonitas palabras de agradecimiento: "Desde de pequeño me habéis cuidado y habéis hecho lo posible para hacerme feliz. Gracias por todos los ejemplos de valores que cada día me habéis inculcado, nunca podré devolveros, es imposible, lo que hacéis y lo que habéis hecho por mí. Os quiero", ha dicho con lágrimas en los ojos.

Por último, el mallorquín ha espetado un agradecimiento especial a sus amigos de toda la vida: "Es difícil empezar por alguien, pero lo haré por mis amigos de toda la vida, que son y han sido un pilar muy importante para mí".

Como broche final a este momento, que seguro será inolvidable para el mallorquín, ha recibido una placa con la huella de su pisada, que quedará inmortalizada para siempre en la pista Philippe Chatrier. Un gesto que ha tocado profundamente al campeón, quien no ha podido contenerse y ha roto a llorar como si no hubiera un mañana con su hijo en brazos.
