Una espesa fumata blanca emergió este jueves de la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando al mundo que los 133 cardenales reunidos en cónclave han elegido a un nuevo Papa. La expectación crece en la Plaza de San Pedro, donde una multitud aguarda con emoción la aparición del nuevo Pontífice en el balcón central del Vaticano.
Aunque su identidad aún no ha sido revelada, el anuncio es inminente. El cardenal protodiácono será el encargado de pronunciar el histórico Habemus Papam, revelando el nombre de quien guiará a los más de 1.500 millones de católicos del mundo tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado mes de abril.
Este ha sido el primer cónclave en 12 años, enmarcado en una etapa de incertidumbre para la Iglesia. El nuevo Papa se enfrentará a decisiones clave sobre el rumbo de la institución: continuar el legado de Francisco, centrado en una Iglesia más inclusiva y abierta al cambio, o impulsar un viraje hacia posturas más tradicionales.
A pesar de la diversidad del Colegio Cardenalicio —el mayor en la historia con 133 electores, muchos de ellos designados por el propio Francisco y algunos incluso sin vínculos previos entre sí— el consenso ha llegado de forma relativamente rápida: apenas algo más de 24 horas de deliberaciones.
Ahora, todas las miradas se centran en el balcón de la Basílica de San Pedro. En cuestión de minutos, el nuevo Papa aparecerá vestido de blanco, pronunciará sus primeras palabras como líder espiritual de la Iglesia católica y bendecirá a los fieles urbi et orbi. El mundo aguarda con emoción a su nuevo guía.