La Iglesia católica ha elegido a su nuevo Pontífice. Tras apenas cuatro votaciones, la esperada fumata blanca se alzó esta tarde desde la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que los cardenales han alcanzado consenso sobre quién debe suceder al papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril. En cuestión de minutos, el cardenal Dominique Mamberti pronunciará el tradicional Habemus Papam, fórmula con la que el mundo conocerá por fin el nombre del nuevo líder de los católicos. A continuación, el elegido se dirigirá por primera vez a los fieles desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde ofrecerá su bendición urbi et orbi.
Entre los papables más sonados se encontraban los italianos Pietro Parolin y Matteo Zuppi, así como el filipino Luis Antonio Tagle. Cualquiera de ellos podría ser el rostro del nuevo papado, que ha necesitado al menos 89 votos –dos tercios del total– para ser proclamado. Una vez aceptado el encargo, el nuevo Pontífice debe elegir el nombre con el que será conocido durante su ministerio.
Tras la votación final, el elegido es guiado a la conocida como "Sala de las Lágrimas", donde se encuentra preparada la vestimenta papal: tres sotanas blancas de diferentes tallas, sobrepelliz, muceta púrpura, solideo, estola decorada en oro y demás símbolos de su nuevo rol. Allí, el nuevo Papa se viste por primera vez con los hábitos que lo acompañarán en su pontificado.
La forma en que cada Papa se presenta al mundo varía. Mientras Benedicto XVI apareció en 2005 con esclavina y estola, Francisco optó por una imagen más austera, ataviado únicamente con sotana blanca y cruz pectoral.
Los 133 cardenales electores iniciaron esta jornada clave a las 7:45 de la mañana desde la residencia de Santa Marta rumbo a la Capilla Paulina, donde celebraron misa antes de trasladarse a la Capilla Sixtina. Allí, tras rezar la liturgia de las Horas, llevaron a cabo dos votaciones matutinas sin resultado concluyente. Fue en la primera votación de la tarde cuando, finalmente, emergió el consenso.
En la Plaza de San Pedro, miles de fieles y turistas seguían con atención cada movimiento, con los ojos fijos en la chimenea vaticana. A las 17:49h, el humo blanco desató la emoción: la Iglesia católica tiene nuevo Papa.
