El torero y la diseñadora están de celebración. Este miércoles, 9 de abril, ha venido al mundo su tercer hijo, un niño del que aún tienen que decidir el nombre, pues se debatían entre Marcos o Nicolás hasta hace solo unos días. Eso sí, ya tiene padrino: José Luis López 'El Turronero', gran amigo de la pareja y de otros rostros conocidos como Bertín Osborne o Paz Padilla. Tanto la madre como el bebé se encuentran perfectamente, según adelanta el programa de Sonsoles.
El pequeño es el tercer hijo en común de Fran Rivera y Lourdes Montes, padres de Carmen (9) y Curro (5). La familia se completa con la primogénita el diestro, fruto de su matrimonio con Eugenia Martínez de Irujo, Tana Rivera, que tiene una magnífica relación con sus hermanos pequeños. "Es la hermana mayor ideal para mis niños porque les consiente, les da caprichos y juega con ellos", dijo la diseñadora hace unas semanas.
Fue en septiembre de 2024 cuando Lourdes Montes anunció a través de las redes sociales que iban a ampliar la familia: "Me hace mucha ilusión compartir con vosotros que, si todo va bien, en primavera seremos uno más", escribió. Unas palabras que acompañaron de una fotografía en blanco y negro en la que Fran y ella aparecían abrazados a sus hijos. Desde entonces, la diseñadora ha compartido la evolución de su embarazo y ha confesado algunas de las dificultades que ha enfrentado en el proceso a los 41 años: "Digan lo que digan, la energía y salud de los treinta no es la misma. Estoy infinitamente más cansada, tengo ya dos hijos y no es lo mismo. Lo estoy notando mucho. Quiero que pasen los nueve meses y tener al bebé. El trámite del embarazo me lo saltaría porque quiero estar al 100% con mis hijos, seguir mi ritmo y no puedo".
Francisco y Lourdes se casaron en una ceremonia civil en Ronda en septiembre de 2013. Diez meses después, celebraron una boda eclesiástica ante la Esperanza de Triana en Sevilla. Son íntimos del empresario José Luis López, más conocidos como El Turronero, figura de renombre en los círculos más selectos de Andalucía. Sus fiestas ya son míticas (montó un parque de atracciones para la comunión de su nieta) y sus amigos se cuentan por cientos, tanto anónimos como conocidos, pero también su filantropía y solidaridad con los más necesitados y las causas más nobles.