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Jota Peleteiro desvela cuánto dinero le paga a Jéssica Bueno y reconoce que tiene una importante deuda: "Le debo 40.000 euros al colegio del niño"

Segundo 'round' en la batalla mediática entre el ex futbolista y la modelo. Este viernes, Jota Peleteiro se ha sentado en el plató de Santi Acosta y Bea Archidona para desmentir todas las acusaciones vertidas estos días por Jessica Bueno, con la que estuvo casado diez años: "Está obsesionada con destruirme", asegura.

El deportista ha desvelado que ni siquiera los inicios de su relación estuvieron exentos de problemas: "Yo tuve dudas con la boda, porque veía cosas que no me encajaban. Después, hemos pasado varias crisis, varios baches. He querido divorciarme varias veces pero cuando se lo planteaba ella siempre me amenazaba con lo mismo: Fran". De 14 años, Fran es el hijo de Jessica Bueno y Kiko Rivera, que Jota crio como propio: "Yo sé que él tiene un padre, pero para mí es un hijo más y eso me destrozaba. Él me llama papá. Las últimas veces que lo he visto lo he notado más frío, hace ya un año que no puedo verlo".

Jota también ha negado haber prohibido trabajar a Jessica ("Nunca le dije nada, pero ella tenía que pagar unas tasas y a veces no le compensaba trabajar"), haberla llamado "mantenida" ("Derrochábamos los dos, a veces le di cosas que no nos podíamos permitir porque quería lo mejor para ella") y, por supuesto, haberle sido infiel: "Nunca le he sido infiel a Jéssica, conocí a Miriam después de romper con Jéssica, no estábamos divorciados pero ya no había sentimientos".

Aunque, de todo lo que ha dicho la modelo sobre él, lo que más le duele son las acusaciones en las que entra en juego la salud mental. Jéssica desveló que había tomado pastillas "para descansar" y que él aprovechó para intentar ingresarla en un psiquiátrico para 'quitársela' de encima. "Eso es una barbaridad, una acusación muy grave. Lo normal cuando sabes que la madre de tus hijos se ha tomado pastillas sin prescripción médica es llevarla a un hospital para que le hagan un análisis y la traten", dice Jota. "¿Para qué voy a querer que ingresen a mi mujer en un psiquiátrico? Si lo necesitara, si nos lo dice un médico...".

15.000 euros de manutención

La cuestión económica ha sido uno de los temas más espinosos de la noche. Jota afirma que firmó el acuerdo de divorcio en plena depresión, "bajo presiones y amenazas", por lo que aceptó pagar 15.000 euros mensuales a su ex en concepto de manutención, colegios (incluido el de Fran), empleada del hogar, hipoteca de una casa y el alquiler de otra. "Los primeros 12 meses le pagué los 15.000 euros completos, luego me quedé sin liquidez y me retrasé varios meses, que fue cuando me pusieron la denuncia penal, y a partir de ahí recuperé los pagos que no había hecho", cuenta. "Ahora todos los meses sigo metiendo el dinero de la pensión, a su cuenta, ella me sigue reclamando y se sigue acumulando. Le doy mil euros para cada niño, dos mil euros al mes". Eso sí, reconoce que ha dejado de pagar el colegio de Fran, el hijo de Kiko Rivera: "Cuesta 4000 euros al mes, lo mismo que el de mis otros dos hijos juntos. Yo intenté negociarlo con Jéssica pero se negó y reconozco que debo 40.000 euros al colegio de Fran". Y remata: "Mi realidad económica es que no tengo liquidez, tengo una empresa que va muy bien pero no puedo afrontar ciertos gastos, por eso he solicitado una revisión de medidas".

Conversión al Islam

Jota también ha hablado de los últimos cambios en su vida: una nueva mujer, Ajla, su hijo recién nacido Mansour Malik, y su conversión al Islam: "Yo no vivo en Dubai, como se ha dicho, paso allí mucho tiempo por trabajo, pero vivo en Bilbao", ha aclarado. Y ha querido tranquilizar a Jéssica, que teme que sus hijos sigan los pasos de su padre: "Puede estar tranquila, yo siempre querré que sean lo que quieran y sean felices. Yo tomé una decisión propia que me afecta a mí nada más, en ningún momento voy a forzarles a nada".

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