En una entrevista exclusiva con Hola, Joana Sanz ha abierto su corazón y compartido los momentos más emotivos de su vida, que incluyen la gran noticia de su embarazo y el apoyo incondicional de su marido, Dani Alves, tras tanto tiempo de lucha. La modelo canaria, que se ha enfrentado a varios obstáculos personales, se muestra más fuerte que nunca y llena de esperanza, con la mirada puesta en el futuro y el bebé que está por venir.
"Recibí la noticia con lágrimas de felicidad y con un alivio enorme por este nuevo comienzo", cuenta Joana, visiblemente emocionada al hablar sobre la confirmación de su embarazo. Un camino largo y lleno de dolor que finalmente ha tenido el giro esperado, tras años de intentos fallidos y pérdidas. La noticia de su embarazo ha marcado un antes y un después, no solo en su vida personal, sino también en la de su esposo, Dani Alves. Cuando Joana le dio la noticia, el futbolista brasileño no pudo evitar emocionarse. "Dani tuvo fe en que sería la definitiva desde el minuto cero. Cuando se lo conté, no pudo parar de llorar toda la tarde. Solo daba gracias a Dios", revela la modelo, mostrando la intensidad de la alegría compartida.

Durante estos años de lucha, Joana ha vivido momentos de angustia y ansiedad debido a los repetidos fracasos y las pérdidas que sufrió. "Tras tres pérdidas, lo que más me tenía en vilo era la incertidumbre de si mi bebé se quedaría conmigo o se iría. Creo que ese miedo me seguirá acompañando hasta que lo tenga en mis brazos", expresa con una sinceridad que refleja la vulnerabilidad de un proceso tan emocionalmente intenso. Sin embargo, la sensación de miedo ha ido cediendo paso a la ilusión. "Ahora que ha pasado el periodo 'de riesgo', estoy mucho más tranquila, llena de felicidad y de ilusión por mi bombón", añade Joana, con la esperanza renovada que trae consigo la vida que crece dentro de ella.

Joana no ha tenido reparos en hablar abiertamente sobre las dificultades del proceso, un tema que sigue siendo tabú para muchas mujeres. "Me han escrito muchas parejas que han sufrido durante años de infertilidad, algunas con final feliz y otras aún en la lucha. No se rindan por más duro y largo que sea el camino, llegará en el tiempo perfecto para cambiar lágrimas de tristeza por lágrimas de alegría", es su mensaje para todas aquellas mujeres que atraviesan situaciones similares. Con un tono empático y esperanzador, Joana busca visibilizar la realidad detrás de la maternidad, sin adornos ni idealizaciones.
La maternidad no siempre fue una prioridad para ella, especialmente en sus primeros años de relación con Dani Alves. "Amo mi trabajo y mi independencia, y no concebía la idea de dejarlo todo para seguir su sueño", confiesa, revelando la tensión que existió entre su carrera profesional y la idea de formar una familia. Sin embargo, la distancia provocada por los trabajos de ambos hizo que Joana reconsiderara sus prioridades. "Fue ahí, entre tanta distancia, que decidí ser madre", cuenta. Fue una decisión que cambió sus planes, pero lo que nunca imaginó fue lo difícil que sería conseguirlo. "El sufrimiento de los negativos o de las pérdidas nos abrió un vacío bastante grande… Fue una época muy difícil para la relación", reconoce, aludiendo a cómo la lucha por ser madre afectó también a su vida personal.

El momento de saber que finalmente estaba embarazada fue una mezcla de emociones. "Con cinco test de embarazo, ja, ja, ja", recuerda Joana entre risas, aludiendo a la ansiedad que vivió antes de recibir la confirmación de que su sueño estaba por cumplirse. "Fue un momento de nerviosismo, ansiedad en estado puro, pero finalmente apareció el embarazo positivo y rompí a llorar", añade, evidenciando lo abrumador que fue para ella este proceso, tras tantas decepciones previas.
A pesar de los nervios y el miedo constante, Joana se mantiene optimista. "Ha sido tan duro que nos da igual lo que venga, con tal de que venga sano", afirma, dejando claro que lo único que importa ahora es que su bebé esté bien. La tranquilidad parece haber llegado finalmente, pero la modelo sigue enfrentándose al ruido mediático que constantemente la rodea. "Hace mucho tiempo que he preferido optar por mi bienestar. Intento no escuchar el ruido de fuera y me quedo con mi entorno seguro", asegura, demostrando su determinación por proteger su salud y la de su bebé ante las presiones externas.
El apoyo de Dani Alves ha sido crucial en este proceso. Joana ha pasado por momentos extremadamente difíciles, ha salido fortalecida. Dani, que siempre creyó que este embarazo sería el definitivo, ha estado a su lado en cada paso del camino, compartiendo no solo la alegría de la noticia, sino también el sufrimiento de las pérdidas anteriores. "Solo daba gracias a Dios", dice Joana al recordar su reacción. Juntos, han logrado superar los obstáculos y mirar al futuro con esperanza, con un bebé que representa no solo la realización de un sueño, sino también la victoria sobre la adversidad.