El número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, se enfrenta a problemas legales en España. Su lujosa mansión en Marbella, ubicada en la exclusiva urbanización Sierra Blanca, ha sido objeto de denuncias por parte de sus propios vecinos debido a irregularidades en las reformas realizadas en la propiedad. Como consecuencia, el Ayuntamiento ha impuesto dos multas de 5.000 euros y ha abierto un expediente sancionador contra el deportista.
Un conflicto con sus vecinos millonarios
Djokovic adquirió su actual residencia en 2020 a una familia árabe. En su afán por transformar la ostentosa "Casa Perla" en un hogar más acorde con la filosofía feng shui, el serbio llevó a cabo una reforma integral, que incluyó la demolición parcial de la estructura original y la construcción de nuevos espacios. Sin embargo, los cambios no pasaron desapercibidos para los residentes de la zona, quienes alertaron a las autoridades de que algunas modificaciones incumplían la normativa urbanística.
Entre las irregularidades denunciadas se encuentran la eliminación del aparcamiento subterráneo, la construcción de una tercera planta y la ampliación de un porche, lo que habría excedido los límites de altura permitidos y reducido la distancia mínima con los terrenos colindantes.
Un santuario inspirado en el feng shui
El tenista y su esposa, Jelena Djokovic, han querido imprimir su sello personal a la vivienda, transformándola en un espacio de armonía y equilibrio energético. Uno de los detalles más llamativos de la nueva construcción es la imponente representación de la Semilla de la Vida en la puerta principal, un símbolo espiritual que cobra especial significado para la familia.
La propiedad, que cuenta con una parcela de 3.500 metros cuadrados, ha sido diseñada para maximizar la luz natural, con amplios ventanales, techos altos y una decoración basada en materiales naturales como madera y piedra. Además, el extenso jardín con palmeras y bambú ofrece unas vistas espectaculares del Mediterráneo y de África en los días despejados.
Uno de los grandes atractivos de la finca, y una de las razones por las que Djokovic la eligió, es la pista de tenis privada, donde el serbio se entrena cuando se encuentra en Marbella.
Djokovic, un residente habitual en la Costa del Sol
A pesar de la polémica, la familia Djokovic está plenamente integrada en la vida marbellí. Sus hijos están escolarizados en Swans International School, uno de los colegios más exclusivos de la zona, y el tenista serbio y su mujer suelen pasear con total naturalidad por la urbanización.
Jelena, en particular, ha compartido en redes sociales diversos momentos de su día a día en la mansión, desde sesiones de baile hasta reuniones familiares. Para los Djokovic, Marbella es más que un simple destino de vacaciones; es su segundo hogar.
Sin embargo, el conflicto con el Ayuntamiento y sus vecinos millonarios sigue abierto. Aunque las modificaciones en la vivienda pueden ser legalizadas, la falta de respuesta por parte del tenista ha complicado la situación. La pelota, por ahora, sigue en el tejado (de la mansión) de Djokovic.