Fiestón de Carrera y Carrera por su 140 aniversario con las WAGs del Real Madrid y Pilar Rubio como gran protagonista

Impresionante es poco para describir la cena de gala que la firma de joyería Carrera y Carrera celebró este martes en el casino de Madrid con motivo de su 140 aniversario. En un resurgir, renacer, o simplemente sobrevivir, Carrera y Carrera apostó y ganó: con el casino a sus pies y con una lista de invitados de las que ya apenas quedan.

Para esta ceremonia se eligió decorar el fastuoso salón de las lámparas de cristal en rojo gritón, que es el color de la casa. Precisamente, ese fue el color que eligieron muchas de las asistentes, como es el caso de la guapísima Pilar Rubio, que llevó la joya de la corona, y es que la gargantilla de oro y piedras preciosas que lució a juego de anillo era todo un espectáculo.

A su lado, el diseñador Jorge Redondo, que además le firmaba su modelo, hecho únicamente para Pilar. Cuerpo de terciopelo y mucho volumen en la cadera con una falda abullonada que ya quisieran en la alfombra de los Oscar.

Acostumbrada a viajar por todo el mundo según el trabajo de su marido Sergio Ramos, Pilar acababa de llegar de Monterrey, México, y no solo no se queja, sino que me asegura le encanta la oportunidad que tiene su familia de poder vivir estas experiencias. "Es una suerte tener esta vida y reconozco que no me cuesta nada subirme a un avión. Tampoco se tarda tanto. Son 10 horas de vuelo y ya está", asegura Pilar que ella de por sí ya es pura fantasía.

De negro y brillantes llegó la cantante Marta Sánchez quien este 2025 cumple sus 40 años en la música. Está inmersa en la elaboración de un disco aniversario, que tendrá sus grandes éxitos, versiones, y más de una sorpresa. Habrá gira de conciertos y muchas ganas de seguir cantando por el mundo con su voz y más ahora que está encantada de la vida junto a su novio Federico con quien de momento no hay planes de boda. Seguramente ni falta que hace.

Una sorpresa fue reencontrarme con el encantador Luis Gasset, director de la casa ANSORENA y exnovio de Ágatha Ruiz de la Prada. Luis es lo que se dice un caballero en el mejor sentido de la palabra y prefiere no opinar de todos los escándalos que últimamente han rodeado a Ágatha. Él está muy feliz y muy tranquilo con su pareja y por eso se queda solo con los buenos recuerdos de esos meses de relación que comenzaron en plena pandemia del COVID y con él ingresado en la UVI, junto a una Ágatha, que fue la perfecta enfermera. De aquello ya no queda nada, pero tampoco rencor ni amargura. Seguramente ni falta que hace.

Es gracioso, porque Luis casi coincide en la mesa con una enemiga íntima de Ágatha, Carmen Lomana, que llevó un vestido negro muy bonito adornado con collar de perlas.

Descubrimiento también fue conocer a las hijas de Belinda Washington, dos jóvenes que bien podrían ser dos Top Model por lo guapísimas que estaban. Daniela es actriz y su hermana se dedica a las redes sociales. Juntas escuchaban cómo su madre les recordaba que precisamente en ese salón del casino fue donde se casó con su padre. Entre algunos de los asistentes, también se encontraba Nuria March, Eugenia Osborne, con un vestido lencero que solo ella puede llevar, el diseñador Michel Costello con Alicia Promesas, Natalia de Tacha, por supuesto Cayetana Vela y la encantadora Fiona Ferrer.

Entre las invitadas también me encontré con Mónica Pont, acompañada de su última amiga Jessica Asensio. Busqué al bodeguero Javier Moro, pero no lo encontré y es que Mónica sigue sin querer confirmar ni desmentir una relación que es un secreto a voces. Lo que sí me aseguro es que su mayor pena no son los problemas familiares con su hermana y con su madre, sino la pérdida de su perrita Duna, que siempre ha sido su mejor confidente y compañía. A los 15 días de aterrizar en España su perrita falleció y todavía llora esa ausencia. Las otras batallas familiares las deja en un segundo plano, y es que así son las cosas del querer para Mónica.