Este martes, Argentina y el mundo entero se preparan para el inicio de un juicio que ha captado la atención nacional e internacional: el proceso judicial contra ocho profesionales de la salud acusados de "homicidio simple con dolo eventual" en relación con la muerte de Diego Armando Maradona. El astro del fútbol falleció el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años, y desde entonces, las circunstancias que rodearon su deceso han sido objeto de escrutinio.
Maradona, conocido mundialmente por su talento excepcional como futbolista, sus devaneos sentimentales y sus adicciones, pero también por su carismática personalidad, había sido sometido a una cirugía cerebral a principios de noviembre de 2020 para tratar un hematoma subdural. Tras la operación, fue dado de alta y trasladado a una residencia privada en las afueras de Buenos Aires para continuar su recuperación bajo supervisión médica. Sin embargo, el 25 de noviembre, sufrió un paro cardíaco fatal. La autopsia reveló que la causa de la muerte fue un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada", además de una "miocardiopatía dilatada".
La noticia de su fallecimiento conmocionó al mundo entero, especialmente a Argentina, e Italia, donde Maradona es considerado una figura casi divina. Su legado en el fútbol, incluyendo la conducción de la selección argentina al campeonato mundial en 1986, lo convirtió en un ícono cultural y deportivo. Sin embargo, su vida también estuvo marcada por luchas personales, incluyendo adicciones y problemas de salud, que fueron ampliamente publicitados.

Tras su muerte, surgieron interrogantes sobre la calidad de la atención médica que recibió durante su recuperación. Una junta médica convocada en 2021 concluyó que el equipo que atendió a Maradona actuó de manera "inapropiada, deficiente y temeraria". Este informe fue fundamental para que la justicia argentina decidiera imputar a ocho profesionales de la salud involucrados en su cuidado.
Los acusados incluyen al neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la médica coordinadora de cuidados domiciliarios Nancy Forlini, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni, y los enfermeros Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid, además del médico clínico Pedro Di Spagna. Todos ellos enfrentan cargos de "homicidio simple con dolo eventual", un delito que en Argentina conlleva penas de entre 8 y 25 años de prisión.
La figura de Maradona es compleja. Mientras que su habilidad en el campo lo elevó al estatus de leyenda, su vida personal estuvo plagada de controversias. A pesar de sus desafíos personales, su estatus de culto en Argentina perdura. Un mural en el club Sportivo Pereyra en Buenos Aires lo representa como una deidad, reflejando el sentimiento de muchos aficionados que lo consideran incluso por encima de otras figuras futbolísticas.
El juicio que está por comenzar ha sido objeto de múltiples aplazamientos. Inicialmente programado para junio de 2024, fue pospuesto a octubre del mismo año y posteriormente reprogramado para marzo de 2025. La defensa de algunos de los acusados solicitó estos aplazamientos para preparar adecuadamente sus estrategias legales.
Uno de los puntos centrales del juicio será determinar si hubo negligencia por parte del equipo médico en el manejo de la salud de Maradona durante su recuperación domiciliaria. La fiscalía sostiene que los profesionales de la salud actuaron de manera deficiente y temeraria, y que eran conscientes de que su accionar podría conducir a la muerte del exfutbolista. Por otro lado, las defensas argumentan que Maradona era un paciente difícil, con antecedentes de adicciones y problemas de salud que complicaban su tratamiento.
El juicio se llevará a cabo en los tribunales de San Isidro, en las afueras de Buenos Aires, y se espera que dure varios meses. Se han programado aproximadamente 120 testimonios, y las pruebas incluyen más de 120.000 mensajes y grabaciones relacionadas con la atención médica que recibió Maradona.
La sociedad argentina sigue este proceso con gran interés y emociones encontradas. Mientras algunos buscan justicia y responsabilizar a quienes consideran negligentes en la muerte de su ídolo, otros creen que Maradona fue víctima de sus propias decisiones y circunstancias. Este juicio no solo busca esclarecer las circunstancias de su muerte, sino también arrojar luz sobre las responsabilidades y obligaciones de los profesionales de la salud en situaciones complejas.
La figura de Maradona trasciende el fútbol. Su vida y muerte reflejan las complejidades de la idolatría, la fragilidad humana y las expectativas que una sociedad puede depositar en sus héroes. A medida que el juicio avance, el mundo observará cómo Argentina confronta estos temas y busca respuestas sobre la partida de uno de sus más grandes íconos.
El juicio por la muerte de Diego Maradona representa un momento crucial para la justicia argentina y para todos aquellos que buscan entender las circunstancias que llevaron al fallecimiento de una leyenda. Mientras el proceso judicial se desarrolla, la memoria de Maradona continúa viva en los corazones de millones, recordándonos la delgada línea entre la grandeza y la vulnerabilidad humana.