Antonio Díaz Cascajosa, más conocido como el Mago Pop, es un fenómeno global. A sus 37 años, ha conseguido lo que pocos artistas logran en toda una vida: llenar teatros en todo el mundo, batir récords históricos en Broadway y construir un imperio sin intermediarios. Su magia trasciende el escenario, y no solo por sus trucos imposibles, sino por su habilidad para convertir los sueños en realidad. Sin embargo, su meteórico ascenso no ha estado exento de críticas y controversias. Antonio Díaz es el ejemplo de que el talento y el trabajo duro pueden convertir la magia en realidad. Desde su infancia, soñó con hacer historia en la magia y ha superado sus propias expectativas. Hoy, con menos de 40 años, es uno de los ilusionistas más importantes del mundo y un empresario de éxito. Si hay algo que el Mago Pop ha demostrado es que, en su caso, nada es imposible.
El pasado mes de octubre, el Mago Pop visitó el plató de La Revuelta, el programa de David Broncano, donde fue sometido a las clásicas preguntas sobre su cuenta bancaria y su vida sentimental. Su esquiva respuesta le costó un "castigo": invitar al público asistente a su espectáculo Nada es imposible. Broadway Edition, que se representa en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid hasta el 27 de abril. La semana pasada, el ilusionista cumplió su promesa y regaló entradas a las 400 personas que aquella noche presenciaron el programa, asumiendo un gasto cercano a los 36.000 euros. No es la primera vez que Pop muestra su generosidad, pero en esta ocasión el retraso en la invitación se debió a un problema de éxito: sus funciones están prácticamente agotadas desde hace meses.
Además del público de Broncano, el mago también invitó recientemente a periodistas y celebridades como Albert Rivera, José Coronado y Santiago Segura, en una celebración especial por haber alcanzado los tres millones de espectadores con su último espectáculo. Un hito que se suma a su récord Guinness: ser el artista individual más taquillero de la historia de Broadway, superando a Bruce Springsteen.
La historia de Antonio Díaz es la de un soñador que, sin padrinos ni promotores, ha construido su propio camino. Nació en Badía del Vallés, Barcelona, en 1986, en el seno de una familia trabajadora. Su madre, Nieves, es ama de casa sevillana, y su padre, Jesús "el Pichi", era murciano y trabajaba en una fábrica textil. Desde pequeño, Antonio se obsesionó con la magia. Mientras otros niños jugaban al fútbol, él practicaba juegos de manos con cartas y sombras, inspirado por lo que veía en la televisión y en Internet. Se ha descrito a sí mismo como un "niño raro", pero esa rareza se convirtió en su mayor fortaleza. A los 20 años, fundó su primera compañía, y solo dos años después ganó el Premio Nacional de Magia. Su popularidad explotó con el programa El Mago Pop en Canal DMax, que se emitió en más de 150 países. Más tarde, su magia conquistó Netflix con La Gran Ilusión y Magic for Humans. En la actualidad, es un rostro recurrente en programas de televisión en Estados Unidos con audiencias millonarias.
Antonio Díaz no solo es un mago brillante, sino un empresario excepcional. Según los datos que Informalia ha podido recabar en documentos oficiales, su sociedad matriz, Indie Magic S.L., facturó 20,5 millones de euros en 2022, con un beneficio de más de tres millones y un patrimonio neto de 9,5. Por espectáculo ingresa más de 80.000 euros, y hay días que hace dos funciones. Además, su merchandising es una máquina de dinero. Su compañía cuenta con más de 140 empleados y gestiona activos por más de 13 millones de euros. A diferencia de otras grandes fortunas, tributa íntegramente en España. Pero su éxito no se limita a la magia. En 2021 compró el Teatro Victoria de Barcelona, que pertenecía a Tricicle, y recientemente adquirió el Branson Magic Theater en Missouri, Estados Unidos. Además, ha invertido en el Club Deportivo Cieza, el equipo de fútbol de la tierra de su padre.

Jorge Blass, otro ilusionista de renombre, ha llegado a comparar sus trucos con el dopaje en el deporte
No todo ha sido fácil en su camino. Su éxito ha despertado críticas en el mundo de la magia. Jorge Blass, otro ilusionista de renombre, ha llegado a comparar sus trucos con el dopaje en el deporte, insinuando que recurre a "compinches" en el público, algo considerado una falta grave en la comunidad mágica. Además, el Mago Pop ha sido víctima de una polémica mediática sin pruebas ni acusaciones formales. Todo comenzó la misma noche que acudió al programa de Broncano, cuando la periodista Cristina Fallarás publicó un ambiguo mensaje en redes sociales. Su post, sin ninguna referencia directa, desató una oleada de especulaciones y ataques en Twitter, aunque los mensajes desaparecieron pocos días después, probablemente por temor a represalias legales. Desde su familia nos confirman que Antonio ha sufrido un "linchamiento sin fundamento", que le ha afectado personalmente. Pese a las controversias, el reconocimiento del público y de la industria del entretenimiento es incuestionable. Personalidades como Penélope Cruz, Javier Bardem, Leo Messi, Shakira y Arnold Schwarzenegger han asistido a sus espectáculos. Incluso Stephen Hawking se maravilló con su magia. En Broadway, ha llegado a recaudar más de 2,7 millones de dólares en una sola semana, superando récords de Bruce Springsteen y Hugh Jackman. Su último espectáculo, Nada es imposible, cuenta con la dirección artística del prestigioso mago Mag Lari, y su equipo de producción está a la altura de los mejores shows del mundo.