Conmoción en la familia de Lucas González, que este martes ha perdido a uno de sus miembros más querido. Se trata de Pedro, hermano mayor de Lucas, que ha sufrido un infarto fulminante a los 55 años. Era muy conocido y muy querido en Cádiz, donde gozaba de la amistad y el cariño de todos sus vecinos. Pedro arrastraba problemas de salud desde que, en 1995, fue atropellado cuando regresaba del trabajo; estuvo en coma durante 45 días y quedó con un 76% de discapacidad y grandes problemas de movilidad. Su vida no había sido fácil pero contaba con el apoyo y el amor de toda su familia, que ahora está completamente destrozada por la trágica noticia.
"Mi hermano Pedro es muy especial y que mis padres no se preocupen porque si algún día faltan, aquí va a estar su hermano Lucas para cuidarle", dijo el artista en una ocasión. Estaban muy unidos. De hecho, fue Pedro quien regaló a Lucas su primer cajón flamenco. Pedro acudía diariamente a un centro especializado en Cádiz: "Si no fuera por esa asociación no sé qué sería de mi madre, porque mi hermano entra por la mañana y sale por la tarde", dijo el cantante, que lo visitaba a menudo.
La muerte de Pedro es un duro varapalo para Lucas, que encadena también unos meses muy complicados por su propia salud. Hay que recordar que el cantante desveló, en noviembre de 2023, que había sido diagnosticado con una enfermedad cardiovascular: "Hace como un año me empezaron a dar unos mareos y tenía la tensión muy alta. El cardiólogo me dijo que tenía problemas en una válvula y que tenía que parar", explicó, detallando que se trataba de una cardiopatía isquémica. Anunció entonces, para desgracia de sus fans, debía bajarse de los escenarios tras 20 años cosechando éxitos: "Lo mejor es bajar un poco el ritmo y hacer una gira de despedida para nuestro público".
Solo unos meses después, Lucas volvió a ocupar todos los titulares de la prensa especializada y no precisamente por su corazón sino por su nariz, que lucía deformada de la noche a la mañana. El tema se viralizó en redes sociales y fue objeto de múltiples memes. Muchos apuntaban a una operación estética, pero él lo negó. Sin embargo, tras semanas en el candelero, admitió la verdad: "No tiene que ver con drogas. Me hice una cosa estética en la nariz y no le hice caso a los médicos porque no me puse las gasas ni las cremas. La culpa es mía, lo hice mal y no cicatrizó como tenía que hacerlo". Entre lágrimas, Lucas lamentaba haber sido víctimas de críticas y burlas: "Se han dicho cosas maquiavélicas, de drogas y demás... Yo tengo una familia, a mi madre le dio un ictus hace poco, unos hijos que van al colegio y les han dicho barbaridades... Lo siento mucho, no puedo decir otra cosa".