Gente

La batalla por James Bond, una disputa legal que podría cambiar el futuro de la franquicia y de la saga cinematográfica

El nombre de James Bond, sinónimo de espionaje, lujo y acción en la gran pantalla, se encuentra en el centro de un conflicto legal que podría redefinir sus derechos de uso en el Reino Unido y Europa. La controversia, reportada por The Guardian, fue iniciada por un magnate inmobiliario con sede en Dubái, quien alega que la marca no ha sido utilizada en varias categorías comerciales durante los últimos cinco años.

El empresario en cuestión es Josef Kleindienst, fundador del Kleindienst Group y creador de The Heart of Europe, un complejo de islas artificiales inspirado en distintos países del continente europeo. Kleindienst ha emprendido una estrategia legal conocida como acción de cancelación por falta de uso, mecanismo que permite impugnar una marca registrada si no ha sido empleada comercialmente en los sectores para los que fue registrada. "Si un nombre no se usa durante un período determinado, terceros pueden solicitar su revocación", explicó en un comunicado.

Un desafío a la protección de la marca James Bond

Kleindienst busca anular el registro de varias denominaciones vinculadas a James Bond, incluyendo James Bond Special Agent 007, James Bond 007, James Bond: World of Espionage y la célebre frase Bond, James Bond. Entre las categorías afectadas por esta demanda se encuentran automóviles, software, cómics digitales, productos editoriales, diseño de restaurantes, bares y servicios de hospedaje.

Mark Caddle, abogado especializado en propiedad intelectual en Withers & Rogers, explicó que la impugnación se basa en la falta de uso comercial del nombre en los sectores protegidos. "Si Danjaq, la compañía propietaria de los derechos de la marca James Bond, quiere mantenerlos, deberá demostrar que ha hecho uso del nombre en las categorías impugnadas en los últimos cinco años", señaló.

Danjaq es la empresa estadounidense que gestiona el merchandising global de James Bond y que, junto con Eon Productions, ha convertido al personaje en una de las franquicias cinematográficas más exitosas de la historia. Dirigida por Barbara Broccoli y Michael G. Wilson, Eon ha estado al frente de la saga desde su primera película en 1962. Además, Danjaq es copropietaria de los derechos de las películas junto con Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), adquirida por Amazon en 2021 por 8.500 millones de dólares.

La última película de la saga, No Time to Die, estrenada en 2021, marcó la despedida de Daniel Craig como el icónico espía creado por Ian Fleming, dejando en el aire la identidad del próximo actor que tomará el relevo.

La estrategia de Kleindienst: un plan aún incierto

Las solicitudes de cancelación en la Unión Europea fueron presentadas el 27 de enero, aunque no hay información sobre procedimientos similares en el Reino Unido. Danjaq tiene un plazo de dos meses para responder a la impugnación.

Uno de los puntos más intrigantes del caso es la falta de claridad sobre las verdaderas intenciones de Kleindienst. Si bien ha declarado su interés en utilizar el nombre James Bond si logra revocar los derechos actuales, no ha especificado de qué manera lo haría. Tampoco se ha confirmado si ha emprendido acciones similares en los Emiratos Árabes Unidos, donde también está registrado el nombre del personaje.

"Es un empresario del sector inmobiliario, por lo que resulta difícil prever qué pretende hacer con la marca en Europa y el Reino Unido", comentó Caddle. "Podría estar allanando el camino para registrar su propia marca Bond, como suele ocurrir en estos casos, pero hasta ahora no ha presentado ninguna solicitud".

Sin embargo, el proceso no será sencillo. "James Bond sigue siendo una figura ampliamente reconocida y utilizada en distintos medios. Dudo que esta estrategia le facilite el camino a Kleindienst", agregó el experto en propiedad intelectual.

El futuro incierto de James Bond en el cine

Mientras esta disputa legal se desarrolla, la franquicia enfrenta otra incógnita: el futuro del agente 007 en la pantalla grande. Han pasado más de tres años desde la última película y aún no se ha anunciado quién será el próximo James Bond ni cuándo comenzará la producción de una nueva entrega.

Barbara Broccoli, quien ha sido la principal guardiana del legado de Bond, ha mantenido un control estricto sobre las decisiones creativas de la saga, lo que ha generado especulaciones sobre posibles diferencias con los ejecutivos de Amazon tras la compra de MGM. No obstante, Jennifer Salke, directora global de Amazon MGM Studios, aseguró en una entrevista con The Guardian que la relación con Eon Productions es positiva y que no hay prisa por acelerar el desarrollo de una nueva película. "No queremos demasiados años entre películas, pero no estamos preocupados por el momento", afirmó.

Una marca en juego

Más allá de la incertidumbre cinematográfica, el desenlace de esta disputa legal podría marcar un precedente importante en la gestión de derechos de marcas icónicas. La posibilidad de que James Bond pierda su exclusividad en ciertas categorías comerciales abre la puerta a nuevas dinámicas en la industria del entretenimiento y el mercado de licencias.

Si Danjaq logra demostrar el uso de la marca en los sectores impugnados, la franquicia mantendrá su control absoluto sobre el nombre. De lo contrario, la jugada de Kleindienst podría abrir una brecha en la exclusividad de Bond, lo que permitiría a terceros explotar comercialmente el nombre del agente secreto más famoso del cine.

Por ahora, la batalla legal está en marcha y las próximas semanas serán clave para definir el futuro de una de las marcas más valiosas del entretenimiento.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky