"Si me dejas, mañana mismo te quedas sin papel", amenazó un productor a Mónica Pont (Barcelona, 1969), según nos relataba ella misma al desvelarnos que fue víctima de acoso. Por fortuna, aquel calvario y otras pesadillas más recientes como la pérdida de la custodia de su hijo, el atraco con tiros que sufrió o el grave accidente que casi acaba con su vida son agua pasada y ahora la actriz y modelo catalana regresa a los titulares porque ha cruzado el charco de nuevo y vive en Madrid con el bodeguero Javier Moro, su nuevo amor, según avanza la periodista Beatriz Miranda en El Mundo
Desvela que el multimillonario y Mónica se conocieron a principios de diciembre en Ciudad de México cuando Javier viajó allí a presentar unos vinos y celebró su cumpleaños, al que acudieron algunos de sus amigos españoles. Mónica Pont aterrizaba en España hace unos días procedente de México, donde ha estado viviendo los últimos seis años; y en una semana ya copa titulares por varias razones. Por ejemplo, porque su familia no la ha recibido como esperaba. Su hermana Eva se ha puesto en contacto con el programa de Sonsoles Ónega para denunciar públicamente el comportamiento de Mónica. Cuenta que su madre está muy enferma y que la actriz se ha desentendido completamente de sus cuidados. "Nos dijo que no puede ayudar porque tiene que reorganizar su vida en Madrid y tiene que pensar en ella", aseguraba Eva Pont en Antena 3. Según ella, su hermana no se está implicando en el problema familiar que atraviesan ahora mismo. Eva denunciaba que, además de desentenderse, Mónica ha cortado toda comunicación con ellos, incluso bloqueando a su madre y dejando de llamarla. "Si se muere, ni se va a enterar", sentenciaba Eva.

Atraco, acoso y accidente: ensangrentada y con un párpado desgarrado
En 2022 Mónica publicaba en sus redes sociales un inquietante mensaje: había sufrido un grave accidente de automóvil que casi le cuesta la vida y consideraba que había vuelto a nacer. Acabó inconsciente, ensangrentada y con un párpado desgarrado. En 2023 Pont saltó de nuevo a los titulares tras sufrir junto a su hijo un espeluznante atraco en la entrada de su vivienda en México.
Mónica Pont nos contó en su día que había sido víctima de acoso laboral recién llegada a Madrid de su Barcelona natal, en los años 90. Con sus estudios de arte dramático, muchas ilusiones y una belleza indiscutible se presentó a un casting para una serie de televisión y fue elegida porque daba el perfil y porque los que la examinaban consideraron que era perfecta para la serie. Y así fue. Empezó el rodaje, todo iba bien y con eso del roce y del trato, tuvo un flirteo y algo más con uno de los hombres importantes de la serie, recién separado. Pero la relación decayó y la actriz quiso acabarla. Pont cuenta que un día el personaje entró en el camerino y le dijo: "Si me dejas, mañana mismo te quedas sin papel".
Mónica se echó a llorar y otro actor, Juan Luis Galiardo (fallecido en 2012), que estaba presente, y le tenía afecto la ayudó. "Como era muy buena gente, me tranquilizó y me dijo que no era la única que padecía esa humillación, y que conocía muchas historias semejantes", recuerda. Otra de las lamentables experiencias de acoso laboral que Mónica relata fue la que padeció con un importante productor. Tenía que firmar con él un contrato para protagonizar una serie, cuyo papel también le habían dado después de pasar un casting. El señor X la citó en su despacho, tarde, sobre las ocho. Cuenta Mónica Pont que "estaba oscuro, iluminado sólo por una lucecita dirigida a mi cara, mientras él permanecía en la oscuridad", explica. Así recuerda la conversación: "Bueno, me alegro que trabajes conmigo, el casting te ha salido perfecto, pero para firmar el contrato me tienes que dar algo a cambio, tú eres muy lista y ya sabes de qué va esto", le dijo el productor, según relata la actriz.
Mónica no firmó, se fue llorando y desde su casa llamó a Luis María Anson, a la sazón director de ABC, reputado periodista, con mucho poder entonces, "y gran persona", matiza Mónica. Él ayudó a la actriz desde sus comienzos y le dio buenos consejos. Mónica dice que para ella fue el padre que nunca tuvo. Anson llamó al orden al señor X y Mónica hizo la serie sin tener que pagar ningún peaje repugnante.
Lo mismo le ocurrió con otro realizador, ya desaparecido, que también le dio cita en su despacho, a las nueve de la noche, para cerrar su participación en otra serie: "El contrato lo firmamos en tu casa y me invitas a cenar", cuenta que le dijo este director y productor. La actriz se fue sin firmar y con el ánimo por los suelos, harta como para dejar la profesión por la que había llegado a Madrid dispuesta a toda clase de sacrificios profesionales, pero no a plegarse a los chantajes sexuales de los acosadores sin escrúpulos. Fue de nuevo Luis María Anson quien llamó a ese señor para hacerle ver de que su actitud era inaceptable y convencerle de que Mónica trabajara en la serie sin coacciones. Al habla con Luis María Anson, le explicamos por teléfono el relato de Mónica Pont. El periodista y académico no solo recordaba "perfectamente" lo sucedido, con nombres y apellidos, sino que contestó a la llamada de este periódico diciendo que ratificaba la versión de la catalana: "Fue exactamente como ella lo cuenta. Pero Todo se arregló finalmente y Mónica hizo su trabajo sin mayores problemas", aseguró a Informalia el periodista y académico con gran amabilidad.
En el terreno sentimental, Javier Moro es el último de sus amores pero le hemos conocido varios. Mónica se casó en 2002 con el empresario hostelero gerundense Javier Sagrera, de quien se divorció ocho años después en muy malos términos. Su ex consiguió la custodia de su hijo Javier, que hoy tiene 21 años. Una dura experiencia que la llevó a escribir un libro, No estás sola (Editorial Alienta).