El juicio que enfrenta a Jenni Hemoso contra Luis Rubiales, investigado por un presunto delito de agresión sexual durante la celebración de la victoria de la Selección Española en el Mundial el pasado 20 de agosto, ha continuado este martes con la declaración del ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol. El exdirectivo ha insistido en que preguntó a la denunciante si podía darle un beso y que esta accedió: "Ella dijo: 'vale'". En su interrogatorio se ha asegurado que se estaba "totalmente seguro" de que los hechos habían ocurrido así.
Nos encontramos ante una sesión judicial especialmente importante después de que el pasado 3 de febrero fuera la propia jugadora de La Roja la que se sentara a declarar. La futbolista afirmó que no consintió el beso que el exdirectivo le dio durante la entrega de medallas y confirmó las supuestas coacciones que Rubiales habría ejercido después para que no se empañara su imagen, y por las que también está siendo investigado. Rubiales se enfrenta a una petición por parte de Fiscalía de dos años y seis meses de cárcel.
"Jenni me apretó muy fuerte, me levantó, le pregunté 'puedo darte un besito' y me dijo 'vale'". Con estas palabras ha asegurado el ex líder federativo que el beso fue consentido. Además, ha mencionando que besa a sus hijas en la boca en ocasiones especiales como fin de año y que ha besado en ocasiones a compañeros de trabajo: "También me he comido a besos a compañeros futbolistas". No obstante, ha reconocido que, dada su posición de poder, no debería haber invadido el espacio personal de Hermoso. "Yo me equivoqué, porque yo estoy en una posición como presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y metí la pata", ha comentado.
"Me comporté como un deportista que consigue un éxito como uno más del grupo, y en ese momento tenía que haber tenido la sangre más fría y haber estado en un papel más institucional, pero de ahí a que haya un delito, eso para nada", ha añadido, aunque ha insistido en la naturaleza "espontánea" de dicho beso.

El perito ratifica que Rubiales pidió "un besito" a la jugadora
Antes de que el exdirectivo se sentara a declarar, se han analizado los vídeos que recogen tanto el momento del beso como el comportamiento posterior que tanto Hermoso como Rubiales presentaron en sus apariciones públicas. En este sentido, David Morillo, perito sordo, perteneciente a la Agrupación de Personas Sordas de Granada y provincia (ASOGRA) y especialista en lectura de labios, ha ratificado la pregunta que el exdirectivo dice que le hizo a la jugadora antes de darle el beso: "¿Te puedo dar un besito?". Dice que no conoce a Rubiales ni a ninguna persona de su entorno.

Morillo participa en el informe elaborado para la RFEF a petición de Enric Ripoll tomando como pruebas dos vídeos: uno de RTVE y otro subido a TikTok, en el que se centra al ver ampliado su espectro de estudio. De este modo, el perito ha ratificado el "¿Te puedo dar un besito?" de Rubiales. "Lo he visto varias veces y me ratifico", ha añadido, subrayando que no aprecia respuesta alguna de la denunciante: "Yo no hago valoraciones personales, sino lo que dicen en lo hablado". Abel Baños también ha declarado vía telemática para verificar si el vídeo de TikTok estaba o no editado. "Hoy en día es relativamente sencillo manipular los vídeos", ha asegurado el experto. "Comprobé que no es un vídeo grabado por una sola cámara sino que hay imágenes de tres momentos diferentes [...]. No encontré manipulación alguna", ha sentenciado.
La declaración de Jenni Hermoso
"Tocaba el pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la reina, saludé a la hija. Lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos. Le dije la que hemos liado y luego me dijo hemos ganado este Mundial gracias a ti y lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y el siguiente beso". Con esta palabras explicó Hermoso lo que vivió tras la victoria de La Roja. Unos hechos que ahora piensa que debería haber denunciado "desde el primer día".

La futbolista destacó que en ningún momento escuchó la supuesta pregunta que Rubiales le lanzó instantes antes de recibir el beso -"Y yo le dije: '¿un piquito?'", sostiene que le dijo él durante su encuentro-. "Ni escuché ni entendí nada. Lo siguiente a que me pusiera las manos en las orejas fue el darme un beso en la boca", dijo. "Ni lo sentí ni le vi gestualizar con su boca ningún tipo de pregunta", añadió, afirmando que no habría accedido a que el exdirectivo, al que se refirió en varios momentos como su "jefe", la besara en caso de que este le hubiera preguntado.
En la declaración, contó que Rubiales la agarró de la cabeza "con fuerza": "La efusividad de yo no poder reaccionar en ningún momento. (...) Fue un momento que manchó uno de los días más felices de mi vida. En ningún momento busqué ese acto ni mucho menos me lo esperé. A mi persona se le faltó el respeto (...) Sentí que estaba fuera de contexto. Ya sabía que me estaba besando mi jefe y esto no debe de ocurrir en ningún ámbito social ni laboral".
