Se va por la puerta grande tras 50 años en los escenarios pero no significa que vaya a desaparecer. Regresará como intérprete y compaginará su vida en España y Los Ángeles (California) donde reside su hija y sus nietos. Paloma San Basilio es fin de raza de una época dorada de artistas españoles que están de retirada pero con un público rendido que se niega a olvidarles.
Titula su gira de despedida con un Gracias (en Madrid el concierto será el 5 de junio en el Universal Music Festival) y la pregunta es por qué se va.
Gracias resume todo. Lo que siento después de estar 50 años haciendo lo que hago y tan distintas y poder crecer como persona, viajar, recibir el cariño de la gente… Es un trayecto en el que he ido muy acompañada, como bien sabes. Es un trabajo de todos y por eso hay que dar las gracias por permitirme hacer un trabajo de esta categoría, con esta dignidad, sin tener que soportar tonterías y con la respuesta de la gente que trabaja conmigo. Piensa que hay personas a mi lado desde hace más de veinte años y una gira es un buen momento para terminar.

¿Pero por qué ahora?
Todo tiene su momento y siento que necesito hacer otras cosas. Quiero crecer, arriesgar y probar otras cosas. Igual me equivoco pero las voy a hacer. Además hoy todo es muy distinto. Para hacer un concierto tienes que dar al menos 40 entrevistas, la mayoría por zoom u otras técnicas y a mí lo que me gusta es así, como nosotras, mirándonos a la cara. No estoy acostumbrada a las nuevas técnicas que son las que están en el mercado y te piden pero yo soy de una vida más tranquila y privada y no me gusta estar haciéndome fotos en todas partes o contar lo que esperan que cuenten y nunca haré. Por eso creo que ha llegado el momento de cambiar el registro.
Dice que tendrá tiempo para otras cosas. ¿Cómo cuáles?
En abril voy a publicar mi tercer libro, una novela que me editará Harper Collins y trata de una historia muy bonita y dura pero de esperanza. Me surgió a raíz de la pandemia y la muerte de mi hermana mayor y cómo me quedé. Piensa que mi hermana era mi segunda madre, la persona con la que más tiempo he vivido y encima se murió de covid. Era el hilo de mi cometa y de pronto me quedé… La historia que surgió ahí es la que narro. No soy una escritora profesional ya que sólo lo hago cuando tengo algo que contar. No sé cuándo será la siguiente lo que sí tengo ya es un texto que está preparando para mí Juan Carlos Rubio para interpretar en el teatro. No sabes cuánto me apetece, es un personaje muy interesante, una Dulcinea que tendrá vida y voz. Es una historia que vamos a disfrutar y que se estrenará el próximo noviembre.
La última vez quedamos en su casa de Madrid junto a la carretera de La Coruña que acabó vendiendo. ¿Dónde siente hoy su hogar?
Tengo una casa en el Puerto de Santa María y un caserío del siglo XVI en Navarra y luego está la casa de mi hija en Los Ángeles, donde paso mucho tiempo y es la familiar. Tras la muerte de mi hermana me he quedado muy sola y ya no tengo excusa para estar en Madrid aunque es verdad que este año no podré ir hasta diciembre por temas de trabajo. Mi idea es pasar al menos cuatro meses en Los Ángeles. En Madrid tengo familiares que les encanta que vaya a sus casas porque me encanta estar con mis sobrinos.
¿Cómo vivió el incendio de Los Ángeles?
No estaba tan lejos de nuestra casa y claro que nos ha afectado. Estuvimos cuatro días sin luz y en estado de alerta de evacuación con las maletas hechas por si había que salir deprisa. Mis nietos ya han vivido estas situaciones porque hace dos años ya nos evacuaron y debo ser una inconsciente porque te aseguro que no paso miedo. Mi hija es mucho más previsora que yo y por ella nos fuimos a comprar linternas, cargadores y suministros por lo que pudiera pasar. Era mi hija la que me decía que tenía que hacer maletas y embalar. La otra vez recuerdo que vimos las llamas desde casa y tuvimos que salir hasta la casa de unos amigos porque no había ni un solo hotel en muchos kilómetros.
¿Qué años tienen ya sus nietos?
Alma 21 y Neo 25.
¿Le apetece ser bisabuela?
Claro que sí. A mí todo lo que venga me parece genial. Ser abuela fue todo un acontecimiento que he disfrutado muchísimo y evidentemente a estas edades ya no les tienes tanto por lo que si viene un bebé será estupendo.

Todos nos hemos dado un disgusto enorme con la salud de Raphael que ha tenido que parar todo para tratarse su enfermedad. Me consta que son muy buenos amigos.
Raphael se cuida muchísimo en cuanto a disciplina y comidas pero no para quieto. Hoy en El Hormiguero y mañana en otro lado. No puede ser. Esta profesión exige mucho. Yo hoy estoy aquí pero el viernes me voy a Chile y luego vuelvo el domingo. Esto lo llevo bien dentro de lo que cabe, pero yo no tengo un trasplante. Natalia [Figueroa] me ha dicho que está fenomenal y con muchas ganas y hablaré tranquilamente con ella para que me cuente bien. Me dijo que lo va a superar y es que son dos fenómenos.
Julio Iglesias se retiró de los escenarios, Raphael por salud, Perales también se va, ahora se despide usted con esta gira… Nos quedamos sin referentes.
La vida son ciclos y hoy el mundo va por otro camino. Creo que todo tiene su momento y este es perfecto. Me niego a estar sometida a la tiranía de las redes y al desgaste brutal que exige el mercado actual.
¿La vamos a ver en formatos de televisión?
No. Haré las entrevistas que considere pero no estaré en concursos o realities. Lo que sí tengo es una propuesta para hacer un documental sobre esta gira que estamos en conversaciones y puede ser muy bonito siempre y cuando no se crucen mis líneas rojas. Tengo una manera de entender la vida y la profesión y no voy a renunciar a ello por nada del mundo. Si se puede hacer algo bonito sin pasar esos límites pues bienvenido.