La muerte de Isak Andic, fundador de Mango y uno de los hombres más ricos de España, ha dejado en el aire una herencia que puede rondar los 8.000 millones de euros, dividida entre la participación mayoritaria en la empresa y un extenso patrimonio inmobiliario. A pesar de ello, sus tres hijos, Jonathan, Judith y Sarah Andic, han decidido aplazar la apertura del testamento al menos dos meses más.
El aplazamiento obedece a la necesidad de evaluar de manera precisa los activos y pasivos de la fortuna. Según la legislación española, los herederos tienen seis meses para aceptar una herencia, plazo que puede extenderse otros seis meses más si se solicita. Aunque la familia no quiere agotar el plazo legal, tampoco se apresurará en tomar decisiones que puedan afectar la estabilidad patrimonial o fiscal.
Entre los activos más significativos está Mango, cuya facturación en 2023 alcanzó los 3.104 millones de euros con un beneficio neto de 172 millones. Fuentes del sector financiero valoran la empresa en 4.000 millones, con el 95% de las acciones en manos de Isak Andic, mientras que el 5% restante pertenece a Toni Ruiz, actual consejero delegado y presidente en funciones.
Sin embargo, los mayores desafíos están en el patrimonio inmobiliario, también valorado en unos 4.000 millones de euros. Este incluye una cartera de inmuebles en Europa, América y Asia, además de locales alquilados a Mango.
Jonathan Andic, el hijo que acompañaba a su padre el día de la tragedia y con el que había quedado para hacer las paces tras unas desavenencias, es el más vinculado a la empresa, dirige Mango Man y ocupa un puesto clave en el consejo de administración y el comité de dirección. La empresa emplea a más de 15.000 personas, el 77% de ellas mujeres.
La familia y la dirección de Mango han insistido en preservar la imagen de la compañía como un negocio sólido y en funcionamiento. Para marzo, cuando se espera que la empresa presente los resultados de 2023, se busca reforzar su estabilidad antes de tomar decisiones sobre la herencia.
En términos fiscales, la participación empresarial de Andic gozará de una bonificación del 95%, lo que implica que solo se tributará por el 5% de su valor. Sin embargo, el patrimonio inmobiliario restante estará sujeto al régimen general de sucesiones, cuya recaudación corresponderá a la Generalitat de Cataluña, dado que el impuesto está cedido a las comunidades autónomas.
Antes de su fallecimiento, Andic estaba trabajando en la creación de una fundación que habría facilitado la gestión de su patrimonio y reducido la carga fiscal. Sin embargo, el proyecto no llegó a concretarse, lo que añade más complejidad al reparto de la herencia.
Continuidad por encima de todo
El aplazamiento en la apertura del testamento subraya el deseo de priorizar la continuidad de Mango por encima del espectacular volumen de la fortuna personal de Isak Andic. Con resultados sólidos y una estrategia centrada en la estabilidad empresarial, los herederos y la dirección trabajan para preservar el legado del empresario mientras enfrentan uno de los procesos de sucesión más complejos del panorama empresarial español
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