El corazón de Madrid, bullicioso incluso en vísperas navideñas, se detuvo por un instante el 24 de diciembre en la elegante calle Jorge Juan. En el restaurante El Paraguas, donde las mesas suelen albergar un desfile de personalidades del mundo empresarial, artístico y nobiliario, se produjo un almuerzo que, aunque discreto, no dejó de irradiar cierta magia de alta sociedad.¡, tan alta que los ojos atentos de la revista Hola pudieron cotillear lo sucedido para deleitarnos con el relato.
Alrededor de una mesa perfectamente dispuesta con platos que mezclaban la tradición asturiana y un refinamiento contemporáneo, Marta Ortega, presidenta ejecutiva de Inditex, y su marido, Carlos Torretta, compartieron confidencias y risas con Eugenia Silva, Alfonso de Borbón, y otro matrimonio del universo de la moda: la ex directora adjunta de El País, o directora de Vogue y Harpers Bazaar, y actual responsable de Comunicación de Puig, y su esposo. Era Nochebuena, un día cargado de significados, y allí, bajo la luz tamizada del restaurante, la conversación fluyó como un vino añejo: pausada, rica, con matices que sólo la amistad puede otorgar.
Alfonso de Borbón, cuya sangre azul reverbera se sentó frente Marta Ortega, la heredera de un imperio que se forjó entre las costuras de ropa accesible y la ambición sin límites. Marta Ortega estaba junto a Carlos Torretta, un hombre cuya discreción lo convierte en el compañero perfecto para el escrutinio público que acompaña a su esposa. El almuerzo, según recoge el semanario, y nos confirman ecos que llegan desde los rincones del restaurante, osciló entre temas ligeros y recuerdos compartidos. No era una conversación de negocios, sino un espacio para celebrar el vínculo que se ha tejido entre ellos a lo largo de más de una década. Hablaron de viajes pasados, de cenas inolvidables, y también, seguramente, de sus hijos. Marta y Carlos, aún con el brillo en los ojos de haber celebrado el primer cumpleaños de su hijo Manuel, parecían irradiar una felicidad íntima que se transmitía a todos los presentes.
En una mesa cercana, Nuria González, viuda del empresario Fernández Tapias, disfrutaba también de su propio círculo. Si las miradas se cruzaron entre ambas mesas, seguramente no fue más que un reflejo de la camaradería natural entre quienes comparten un espacio social que, aunque amplio, es también selecto. No vayan ustedes a creer que fue ella quien se fue de la lengua.
La sobremesa no se alargó más de lo necesario. Las horas apremiaban, y cada uno debía regresar a sus respectivos hogares para las cenas familiares que la tradición exige. Marta Ortega, que cumple 41 años el 10 de enero, y Carlos Torretta (39) como confirman en Hola, celebraron la Nochebuena en Madrid y en compañía de sus hijos: Matilda, Amancio y el pequeño Manuel. En su casa de la capital, la noche se llenó del bullicio de los niños, el aroma de los manjares festivos y la calidez que sólo la intimidad familiar puede ofrecer.
Para Marta, estas Navidades son especialmente significativas. No sólo por ser las primeras que Manuel puede vivir con algo más de conciencia, sino también porque representan un momento de equilibrio. En ella se funden las exigencias de dirigir el mayor imperio textil del mundo y la necesidad de preservar el núcleo familiar, algo que siempre ha llevado con la naturalidad de quien parece destinada a navegar en aguas agitadas sin perder el rumbo.
El almuerzo en El Paraguas, visto desde afuera, no era más que una comida entre amigos. Sin embargo, entre sus platos y brindis se revelaba algo más profundo: el reflejo de una sociedad que, aunque cambiante, todavía valora ciertos rituales. El encuentro entre Marta Ortega y Alfonso de Borbón simboliza ese diálogo constante entre el pasado aristocrático y un presente empresarial que, aunque aparentemente opuestos, encuentran puntos de conexión en espacios como éste.
Cuando el último brindis concluyó y las sillas volvieron a ocupar su lugar, quedó en el aire una especie de eco invisible, como si el restaurante hubiese sido testigo de un instante fugaz que, aunque cotidiano para sus protagonistas, encierra una historia que no todos podemos escuchar. Quizás ahí resida el verdadero lujo: en la habilidad de convertir lo ordinario en extraordinario, aunque sea sólo por unas horas.
Alfonso de Borbón
Alfonso de Borbón y Yordi, de 51 años, conocido por su duradera y sólida relación con la modelo Eugenia Silva, es hijo de Alfonso de Borbón Escasany y tataranieto del infante Enrique de Borbón y Borbón-Dos Sicilias. Mantiene buenas relaciones con el rey Felipe, a pesar de ser familiares lejanos. Su madre, Marisa Yordi, es una conocida relaciones públicas, que trabajó durante muchos años para Loewe.
En cuanto a su trayectoria profesional, Alfonso de Borbón ha desarrollado su carrera en el ámbito empresarial. Inicialmente, se dedicó al sector de las telecomunicaciones, pero posteriormente asumió responsabilidades en la empresa inmobiliaria familiar. Actualmente, forma parte del consejo de administración y es administrador mancomunado de dicha compañía, que posee una cartera de propiedades en ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla. Alfonso ha mantenido una vida personal discreta, centrada en su familia y en su relación con Eugenia Silva, con quien tiene dos hijos: Alfonso y Jerónimo.
Eugenia Silva es una de las grandes modelos españolas, reconocida no solo por su imponente belleza y figura, sino por su carrera internacional, exhobe sin excepción un estilo impecable. Su versatilidad en el mundo de la moda y el entretenimiento va mucho más allá de las pasarelas. Nacida en Madrid el 13 de enero de 1976 (cumple 49 años en unos días), Eugenia se formó en Derecho en la Universidad Complutense, pero su vocación por las moda la llevó por un camino donde ha construido una trayectoria destacada que la posiciona como una figura influyente. Su carrera despegó en los años noventa, tras ser elegida 'Rostro del año' en el concurso 'Elite Model Look', en 1992, cuando tenía solo 16 años. Compartió el primer puesto con Nieves Álvarez y también participaron otras jóvenes promesas de la moda española como, Esther Cañadas e Inma del Moral. Fue la puerta de entrada que permitió a esta belleza, perteneciente a una familia de importantes juristas, firmar un contrato con la agencia Elite y, en poco tiempo, ser portada de las revistas de moda más importantes en España.
Comenzó a trabajar para marcas de renombre como Armani, Dior, Yves Saint Laurent y Carolina Herrera. Su rostro apareció en las portadas de prestigiosas revistas como Vogue, Elle y Harper's Bazaar, consolidándola como una de las modelos más solicitadas.
En 1998, Eugenia se trasladó a París donde fue escogida como imagen de Oscar de la Renta, y, más tarde, en Nueva York, de Carolina Herrera. Trabajó con los más prestigiosos fotógrafos, como Mario Testino o Steven Meisel. Durante toda esa década, 1998 a 2008, desfiló para Armani, Prada, Chanel, Versace, Givenchy, Dior, Miu-Miu o Celine y ha aparecido en numerosas campañas publicitarias de Dolce & Gabbana a Loewe, pasando por Clinique, Victoria's Secret, Pantene, Escada, Girogio Armani o Chopard.
A lo largo de los años, Eugenia ha desfilado en las principales pasarelas del mundo, desde París y Milán hasta Nueva York, convirtiéndose en un referente del glamour y la sofisticación. Eugenia Silva ha demostrado además un gran talento empresarial. Ha sido imagen de importantes campañas publicitarias y ha diversificado su carrera como colaboradora en medios de comunicación y como embajadora de marcas de lujo. Además, dirige su propia plataforma, Cabinet PR, una agencia de comunicación especializada en moda y estilo de vida. Con Alfonso de Borbón comparte una vida familiar estable. Con más de dos décadas de trayectoria, Eugenia Silva no solo ha dejado una huella en la moda, sino que también ha demostrado inteligencia y olfato profesional.
Los amores de Alfonso y de Eugenia: él, con Patricia Conde, y ella: de la tercera fortuna de Colombia a Pau Donés
Alfonso de Borbón fue uno de esos solteros de oro antes de centrarse con Eugenia Silva en el segundo intento tras una primera relación con la modelo. Sin embargo, con sus casi dos metros de estatura y muy atractivo, solo sabemos de sus relaciones con la modelo Cristina Tosio y con Patricia Conde.
La primera relación que se conoció de Eugenia fue con el modelo venezolano Enrique Palacios, con quien había posado desnuda para la revista GQ en el año 2000. Después salió con el empresario de cerveza colombiano Alejandro Santo Domingo. En los tres años que estuvo con el magnate hacía su vida en los Hamptons, y se relacionó con el top de la sociedad neoyorquina y europea como los Sayn-Wittgenstein o los Bismarck.
En 2006 se la relacionó con el escritor Ray Loriga, con quien rompió un año después. A mediados de 2007 la modelo inició la primera etapa con el que a la postre sería el hombre de su vida: Alfonso de Borbón Yordi, pero en aquel primera intento el amor les duró unos dos años. Él vivía en España y ella en Nueva York. A mediados de 2009 se la relacionó con Sasha Pesko, un joven economista serbio-inglés. Después, Eugenia fue fotografiada besándose por las calles de Barcelona con el cantante de Jarabe de Palo, Pau Donés. Mantuvieron una relación durante un año y medio.
Cuando el cantante falleció de cáncer en 2020, Eugenia le brindó un homenaje en sus redes sociales: publicó varias fotos de ellos dos paseando. En julio de 2011, Eugenia también comenzó una relación con el empresario Diego Osorio, ex novio de Ana Boyer. Rompieron en 2012. Fue entonces, cuando Eugenia se reencontró con uno de sus exnovios, Alfonso de Borbón, en la primavera de 2013. Poco después se quedo embarazada de su primer hijo, nacido el 1 de abril de 2014. "Hay segundas partes mejores que las primeras", contestaba la modelo feliz.