Gente

Premios Forqué 2024: una gala de reivindicación, memoria y emociones compartidas

En el palacio municipal de IFEMA Madrid, la noche se vistió de gala para celebrar el 30º aniversario de los Premios Forqué. La alfombra roja, un mosaico de lentejuelas y miradas expectantes, dio paso a una velada en la que el cine no solo brilló por sus historias, sino por su capacidad para alzar la voz frente a las heridas de la sociedad. Conducida con elegancia y precisión por la periodista Elena S. Sánchez, la ceremonia fue un homenaje a los logros del séptimo arte y una llamada al diálogo social.

Las grandes vencedoras de la noche fueron la serie Querer, de Alauda Ruiz de Azúa, y la película El 47, de Marcel Barrena, que se alzaron con tres y dos galardones respectivamente. Cada premio fue recibido como un reconocimiento no solo al arte, sino también a las vidas que reflejan.

El triunfo de la dignidad en el cine

El 47, protagonizada por el galardonado Eduard Fernández, se llevó el Forqué a Mejor Interpretación Masculina por su papel en Marco y el Premio al Cine en Educación y Valores. Fernández, conmovido y sencillo, dedicó su premio a la dignidad de los que luchan en las sombras: "Es hermoso que la película premie a gente digna en su pobreza, que lucha por lo imprescindible. Y es poético cómo lo hacen: secuestrando un autobús para alzar su voz. Viva la dignidad de todos".

Marcel Barrena, director del filme, no desaprovechó la oportunidad de reivindicar el derecho a la vivienda y la riqueza lingüística de España, recordando que el cine no solo es un arte, sino un espejo de las necesidades sociales.

'Querer': una mirada hacia las Miren que existen

Por su parte, Querer arrasó con los galardones a Mejor Serie de Ficción y Mejor Interpretación Femenina y Masculina, que fueron para Nagore Aramburu y Pedro Casablanc. La directora Alauda Ruiz de Azúa, en un discurso íntimo y emotivo, dedicó el premio a todas las mujeres invisibles que inspiran su serie: "Querer es la historia de Miren Torres, una mujer que no existe, aunque existen muchas como ella. Este premio es para las que han podido contar su historia, las que aún no saben si podrán y para quienes las acompañan en el camino".

Nagore Aramburu, al recoger su galardón, reafirmó la importancia de abandonar el juicio y aprender a acompañar. Pedro Casablanc, en sintonía, dedicó su premio a todas las mujeres que sufren en silencio la violencia y a los niños que heredan ese dolor. "No podemos permitir que sean los herederos de nuestra propia violencia", expresó con solemnidad.

Carolina Yuste y el poder del cine para sanar

Otro de los momentos destacados de la velada fue el reconocimiento a Carolina Yuste por su interpretación en La infiltrada. La actriz aprovechó el escenario para subrayar la importancia del arte en la construcción de una sociedad más empática: "El cine puede generar diálogo, reparar heridas y evitar que usemos el dolor como arma arrojadiza. La infiltrada es una película compleja, que trata el dolor con amor y respeto".

El largometraje cuenta la historia de la única mujer policía infiltrada en ETA durante los años 90, un relato que no dejó indiferente a nadie en la sala.

Homenaje a José Luis Garci: el arte de preservar la memoria

Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con la entrega de la Medalla de Oro al director José Luis Garci, quien recibió el galardón con un discurso que osciló entre la reivindicación y la nostalgia. Garci, siempre fiel a su estilo, aprovechó para pedir el reconocimiento a Enrique Cerezo como restaurador del cine español, además de bromear sobre las bajas temperaturas en las salas de proyección. "Desde lo más profundo de mi corazón, gracias por este honor", concluyó.

Otros premiados: voces que no deben callar

El Forqué al Mejor Largometraje Documental fue para Marisol, llámame Pepa, dirigido por Blanca Torres, quien dedicó el premio a Pepa Flores como símbolo de resistencia y cambio. En animación, Mariposas negras, de David Baute, se alzó con el galardón, que su director dedicó a los migrantes climáticos, los protagonistas invisibles de su historia.

Mientras tanto, El lugar de la otra, de Maite Alberdi, obtuvo el premio a Mejor Largometraje Latinoamericano, y el Forqué al Mejor Cortometraje fue para La gran obra, de Alex Lora Cercos. Por su parte, el público eligió como favorita a Casa en flames, de Dani de la Orden.

Una gala con propósito

El arte, una vez más, se vistió de gala para recordar que no es solo un espectáculo, sino un lenguaje capaz de mover conciencias. Entre las actuaciones de Diana Navarro, María Toledo y Sole Giménez, y la presencia de figuras públicas como Yolanda Díaz y José Luis Martínez-Almeida, los Premios Forqué consolidaron su posición como el pórtico de la temporada cinematográfica en España.

Esa noche, el cine brilló no solo por su talento, sino por su compromiso con las historias que construyen el alma de una sociedad. La gala concluyó entre aplausos y emociones, dejando claro que el arte, en sus múltiples formas, sigue siendo una herramienta insustituible para mirar el mundo con ojos nuevos.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBeloudBluesky