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El Kennedy que ha fichado Trump está tan ido de la olla como Bosé, pero es mucho más peligroso: los dentistas van a adorarle

En un giro digno de un episodio perdido de Los Simpsons, Donald Trump ha decidido nombrar a Robert F. Kennedy Jr. como director del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Sí, han leído bien: el Kennedy antivacunas, conspiranoico profesional y enemigo número uno del flúor en el agua potable. Si el apellido Kennedy evoca Camelot, JFK y discursos históricos, RFK Jr. nos regala memes, declaraciones apocalípticas y teorías sacadas de un foro de 4chan.

El nuevo zar de la salud de Trump ya ha empezado su cruzada para eliminar el flúor del agua potable en Estados Unidos, con el argumento —ojo al dato— de que estaría reduciendo el cociente intelectual de los niños y causando más enfermedades que un bufé libre en mal estado. ¿La evidencia científica que lo respalda? La misma que dice que los ovnis controlan el clima: ninguna.

Un Kennedy contra los dientes sanos

El bueno de Robert no ha llegado a decir que el flúor es parte de una conspiración comunista, pero va rozando el larguero. En su cuenta de X (sí, antes Twitter), lo ha relacionado con prácticamente todo lo malo del planeta: cáncer de huesos, artritis, enfermedades de la tiroides, trastornos del neurodesarrollo y, por supuesto, un descenso en la inteligencia. Al parecer, la solución a todos nuestros problemas no era dejar de comer azúcar, sino eliminar el flúor, esa "arma secreta" que nos controla desde 1946, según los fans de los sombreros de aluminio.

Eso sí, Kennedy no está solo en su cruzada. En Winter Haven (Florida), una ciudad conocida por… bueno, por absolutamente nada, han decidido seguir su consejo y dejarán de fluorizar el agua a partir de enero. Así, los ciudadanos podrán disfrutar del sabor original del agua y de una explosión de caries como si estuvieran en 1920.

La ciencia y el sentido común están de vacaciones

Por supuesto, expertos de todo el mundo llevan décadas demostrando que el flúor en el agua reduce drásticamente las caries y que sus supuestos "efectos nocivos" son un cuento chino (sin ofender a los cuentos chinos, que al menos entretienen). Pero, ¿para qué escuchar a los científicos cuando puedes basar tus decisiones en un hilo de Reddit?

El catedrático José Manuel Almerich lo resume perfectamente: "El argumento de los efectos nocivos no es válido científicamente". Aunque, claro, a estas alturas es evidente que la palabra "científicamente" produce urticaria en el círculo de Kennedy. Quizá le falta flúor.

Más peligroso que Bosé

Si Miguel Bosé nos regala joyas como "las vacunas son un chip de control mental", Kennedy va un paso más allá. Su cruzada no sólo amenaza con aumentar las caries, sino con desmantelar políticas públicas de salud fundamentales. Imagina una nación con más caries, más azúcar y un sistema de salud gestionado por alguien que cree que el flúor está en la misma categoría que el Área 51.

Con esta elección, Trump no sólo demuestra su amor por el caos, sino que confirma que su lista de "gente para cargos importantes" parece sacada de un casting de villanos de dibujos animados. Entre Kennedy y otros fichajes estrella, todo apunta a que los próximos años en Estados Unidos serán un experimento sociológico digno de Netflix.

Eso sí, hay algo bueno en todo esto: si Kennedy consigue que EEUU elimine el flúor del agua, los dentistas al menos harán negocio. Al final, siempre hay un lado positivo.

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