Daniel Sancho fue condenado a cadena perpetua el pasado 29 de agosto por asesinar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta. El hijo de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo permanece desde entonces en la cárcel de Surat Thani, una de las más peligrosas de Tailandia, y en la que comparte espacio con presos juzgados por crímenes de sangre. El joven entró al centro penitenciario cumpliendo prisión en un módulo de adaptación, donde se le priva de ciertas actividades, como hacer deporte. No obstante, ha realizado una nueva petición para que le envíe material deportivo, el cual podrá usar una vez avance su periodo entre rejas.
El nieto de Sancho Gracia ha solicitado a las autoridades penitenciarias una mayor integración con el resto de los reclusos y una lista de objetos personales a través del Consulado de España en Bangkok, y los objetos en cuestión han sido seis pares de guantes de boxeo, un protector bucal, protectores de pecho y espinillas. Estas solicitudes reflejan su deseo de adaptarse lo mejor posible a su entorno, retomando viejos hábitos que le ayudaban a mantenerse en forma y desinhibirse, como la práctica del Muay Thai. Será su madre quien le entregue estas pertenencias.
Cabe decir que el chef también ha solicitado que le envíen varios libros, pues desde que esperara a ser juzgado en la prisión de Koh Samui se ha dedicado a leer novelas e incluso a escribir. Antes de conocer la sentencia trascendió que estaba escribiendo su primera novela, un thriller inspirado en su caso. Unos días antes de conocerse la lectura del Tribunal, Daniel llevaba escritas unas 80 páginas.
Lo cierto es que tanto su madre como su padre permanecen muy atentos del bienestar de su hijo. Silvia Bronchalo mantiene su distancia con los medios de comunicación, aunque hace unas semanas, poco después de conocerse la sentencia, contó a la prensa desde Tailandia que su hijo estaba "bien". Su padre, en cambio, sí apuesta por una mayor atención mediática. En el documental que HBO ha estado emitiendo estas últimas semanas, El caso Sancho, afirmó que la relación con el cocinero se había vuelto más "cercana" y "divertida", lo que provocó un auténtico revuelo teniendo en cuenta que ha sido juzgado por un asesinato.