Cuesta decir adiós, pero Rafael Nadal ha encontrado el momento. El tenista profesional ha anunciado este jueves 10 de octubre su retirada oficial con un vídeo muy emotivo en el que ha tenido unas palabras de agradecimiento para este deporte, para su familia y para sus amigos. A partir de ahora, vivirá del negocio de los complementos alimenticios, el turismo, la restauración, la inmobiliaria, entre otros sectores. Pero sobre todo disfrutará de mayor tiempo de calidad con su mujer, Xisca Perelló, y su primer hijo en común, que este pasado 7 de octubre cumplía dos años. La familia vive en una mansión en Porto Cristo, un hogar que les aporta todo tipo de comodidades.

El deportista balear, ganador de 22 Grand Slams, entre ellos 14 Roland Garros, estableció su vida en esta lujosa mansión en 2023, tras tres años de trabajo. Este núcleo costero de Manacor es el territorio que aúna sus años de infancia y madurez, el lugar donde siempre ha deseado vivir. Está ubicado a unos 12 kilómetros del lugar donde entrena y que ahora busca expandir, la Rafa Nadal Academy. El extenista puso el ojo en esta vivienda en el año 2013, cuando la adquirió por 4 millones de euros. Ahora su valor roza los 6 millones.

La mansión ocupa algo más de 1.000 metros cuadrados, y el conjunto de edificios que la componen están construidos sobre un terreno de 7.000 metros. Está situada a primera línea del mar -a las aguas se puede acceder desde la vivienda a través de unas escaleras-, algo que trajo a Nadal quebraderos de cabeza por cuestiones burocráticas. Antes de que el deportista mandara iniciar las obras para reconstruir la casa desde cero, pertenecía a los herederos de una de las dueñas de las Cuevas del Drach.

Esta propiedad dispone con varias estancias de lujo: cuenta con tres salones, varias habitaciones con chimeneas, gimnasio, desván y garaje y otras construcciones a lo largo del terreno y cuenta con unas espectaculares vistas al mar. "Cuenta con 1.200 metros cuadrados y está dentro de un terreno de 7.000 m metros cuadrados en primera línea de mar", informan desde Idealista.

A cargo del diseño de la casa está el mallorquín Tomeu Esteva. Está compuesta por dos edificios conectados de dos plantas y un sótano. Estos cuentan con grandes ventanales con vistas al mar y al puerto donde se encuentra el yate de Nadal, el Great White.

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