No todo iba a ser lujo y glamour en la vida de las Kardashian. En el caso de la modelo y empresaria Kim, de 43 años, acabamos de saber gracias al documental "In Vogue: los años 90", de Disney+, que de pequeña tuvo que aceptar trabajos no del todo agradables para poder ganarse un dinero extra. Nacida y criada en Beverly Hills, Los Angeles, el destino quiso que su casa estuviera en el mismo vecindario que la de Madonna, por lo que la estrella del pop se convirtió en su "jefa" contratándola para una tarea a priori no muy complicada, pero un tanto escatológica: la convirtió en la paseadora de sus perros cuando Kim apenas tenía ocho años. Es decir, que le tocaba sacar a los animales a la calle y recoger, qué remedio, sus caquitas.
Las chicas más envidiadas de todo el colegio
La modelo y empresaria de origen armenio y su hermana Kourtney realizaban sin embargo dicha tarea encantadas, pues Madonna fue más que generosa con las chicas por el trabajo realizado. Así lo recuerda Kim, que cuenta: "Un día fui a pasear el perro de Madonna y ella trajo una caja de zapatos y nos la dio a mí y a Kourtney. Abrimos la caja y estaba llena de pulseras de gomas de neón". Las chicas, cómo no, fueron a la escuela con su tesoro y presumieron ante sus amigas de que aquellas gomas se las había regalado Madonna, convirtiéndolas así en las chicas más envidiadas de todo el colegio.
Curiosamente, años más tarde, Kim y Madonna volvieron a ser vecinas, algo que descubrió Kim por casualidad. "Ambas teníamos como máscaras e íbamos a al misma casa. Luego nos miramos y dije: '¿M?'". Su relación, a pesar de los 23 años que las separa, ha sido tan buena desde siempre que en 2018 se unieron incluso con un fin comercial, pues las marcas de belleza cuidado facial que ambas tenían, KKW Beauty -en el caso de Kim—y MDNA Skin-, en el caso de la diva del pop, se unieron en una colaboración. De hecho, ambas promocionaron juntas en un evento en YouTube, donde todos fueron testigos de su complicidad.