La homofobia no es algo nuevo en el mundo deporte, pero el nadador artístico español de 20 años Dennis González ha alzado la voz para decir basta y denunciar los injustificados insultos que ha recibido después de que un vídeo de sus ejercicios y triunfos fuese publicado en la cuenta de Teleporte. Porque lejos de elogiar los dos oros que ha conseguido estos días en Belgrado, la capital de Serbia, donde se ha disputado el Campeonato Europeo de Natación, y donde el de Rubí ha brillado en la categoría artística de natación sincronizada de forma individual y en la categoría mixta libre junto a su compañera Emma García, algunos usuarios lo han atacado de forma desafortunada llamándolo "maricón", "sirena", "vaya pluma" o "trucha".

Por suerte, Dennis está fuerte tras sus triunfos y no se ha callado. No lo habría hecho ni debajo del agua. Ya no. Así, en un vídeo de TikTok que ya tiene más de 170.000 reproducciones, González se preguntaba "si estamos en el siglo XXI o en el siglo X antes de Cristo todavía". El joven, que ha reconocido sentir "impotencia" ante los comentarios homófobos, ha dicho sobre quienes lo han insultado: "Es gente que no ha ganado nada en su vida, que no ha conseguido nada, que no sabe qué es la disciplina, que no sabe lo que es el trabajo, no sabe lo que es ser campeón de Europa, no sabe lo que conlleva todo eso".


Dennis admite en su vídeo que "aparte de la impotencia" que le generan estos mensajes, no le importan porque son hechos por gente que no le "aporta nada en la vida". "Me da mucha rabia el hecho de que se digan estas cosas. A mí me da igual, pero sé que un niño que esté empezando a hacer natación artística y que reciba comentarios así, le va a afectar y no quiero eso", insistió. Su consejo, "no dar bola a estos mensajes, que lo único que buscan es atención", ha comentado antes de calificar los comentarios de "absurdos". "A mí básicamente no me importan estos comentarios, pero el día que le afecten a alguien y le repercuta en su decisión, sí que me va a importar y no me voy a quedar callado", ha advertido.

Por desgracia para Dennis esto no es nuevo. El joven ya sufrió bullying en su infancia. Hijo de entrenadora de artística y hermano de nadadora, empezó a ir a la piscina cuando tenía 12 años. Al principio le apuntaron a waterpolo, pero lo que a él le llamaba la atención era la plasticidad de los entrenamientos que realizaba su madre: a él le gustaba la artística. Luchó por su sueño y olvidó los insultos metido en el agua, donde encontró un refugio. "Tuve miedo, pero en el agua los problemas desaparecen", sintió él. Ahora, con sus medallas sobre el cuello, ha sacado fuerzas para alzar la voz. Esta vez, fuera de ella.