La famosa presentadora estadounidense canceló una intervención en la CBS este martes por motivos de salud y saltaron todas las alarmas. Su amiga, Gayle King, informó de que estaba aquejada de un virus estomacal y el teléfono escacharrado se puso en marcha: los tabloides elevaron la preocupación al máximo asegurando que llevaba más de una semana ingresada en estado grave. Este miércoles, la propia Oprah Winfrey ha dado la cara para desmentir las informaciones y explicar lo sucedido: "Fui a la sala de emergencias y eso es todo".
Efectivamente, Winfrey contrajo un virus estomacal pero no fue grave ni quedó ingresada: "Estaba muy deshidratada. Tenía la boca seca y no podía retener suficiente agua para hidratarme, así que fui a la sala de emergencias por eso. Y eso es todo. Estaba demasiado débil para subir al avión e ir a verte", ha contado en una conversación con King que han subido a redes sociales. "Nunca dije que estuvieras hospitalizada, dije que tenías algo en el estómago", ha añadido su amiga.
La presentadora ha confesado que cinco miembros de su familia se han contagiado con el mismo virus y ha querido tranquilizar a sus amigos y seguidores: "No estoy al 100 % pero estoy en camino". Aprovechó, además, para recordar que es muy importante lavarse las manos, pues su médico le aseguró que este tipo de virus sobreviven hasta 10 horas en superficies como pomos o barandillas. Con una sonrisa, ha asegurado no estar enfadada por lo sucedido pero sí asegura que estas informaciones le han causado algunas molestias: "Todos los que conozco y que tienen acceso a mi correo electrónico me han llamado para decirme: '¿Estás bien?".