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Ana Obregón cobró del seguro médico el dinero que gastó en el tratamiento de su hijo: "Hasta los viajes"

  • La actriz ha echado en cara en más de una ocasión a Lequio que fue ella quien enfrentó el coste 
  • Una fuente sostiene que la compañía que cubría la póliza accedió a reintegrar las facturas
Ana Obregón, durante una de sus últimos trabajos en televisión

Ana Obregón se ha encargado de recordar al padre de su hijo en varias de sus intervenciones públicas que ella asumió todos o la mayor parte de los gastos de sacar adelante a Aless desde que nació. Pero sobre todo la presentadora últimamente ha lanzado dardos para proclamar a los cuatro vientos que fue ella quien asumió personalmente y sin ayuda económica de Lequio los descomunales costes del carísimo tratamiento que recibió el joven empresario en su terrible batalla contra el cáncer, una guerra que desgraciadamente no pudo ganar, aunque luchó como un titán mientras las fuerzas le sostuvieron. El combate, cuyo luctuoso final todos conocemos, fue largo y desde luego no se fue barato.

Aless Lequio recibió las primeras noticias de su enfermedad en Madrid, cuando acudió al médico a causa de los primeros síntomas. En el comienzo no le diagnosticaron cáncer. "Dos semanas antes de todo, mi hijo era la persona más generosa y bromista del mundo", relataba la actriz en un plató hace días. Después llegaron las malas noticias que se convirtieron en terribles. Se trató en la capital, en Nueva York y más tarde en Barcelona. Así fue. La actriz enfrentó los inmensos gastos que conllevó la enfermedad que finalmente venció al joven empresario cuando aún no había cumplido 28 años. "Saqué fuerzas y todos los ahorros de mi vida porque no sabes lo que es la medicina en EEUU; porque no podía curar a mi hijo en España ya que no había las cosas para curarle", dijo la propia Ana el viernes en Telecinco.

Nos cuentan que "hubo algunos ingresos procedentes de reportajes que contribuyeron". Pero, sobre todo, lo que había era un seguro, el de Aless, contratado con una de las compañías más importantes. Gracias a esa póliza, y según nos desvela una fuente conocedora del asunto, Ana Obregón recibió "la mayor parte" del dinero gastado, "incluyendo pasajes de avión, manutención, apartamentos y por supuesto los gastos médicos", nos aclara una persona del entorno de la bióloga sobre un asunto que al que ella misma se ha referido en medios de comunicación. "Hasta los viajes", puntualizan.

No fue sencillo cobrarlo. Según nos cuentan, Ana Obregón se llegó a reunir personalmente con altos ejecutivos de la aseguradora ya que "en un principio, no estaba claro que se le fuera de reembolsar todo lo que ella reclamaba". Fuentes conocedoras de aquellos encuentros indican que en la compañía aseguradora se tuvieron en cuenta, "entre otros argumentos", las posibles consecuencias de negarse a abonar a un personaje tan famoso las cantidades reclamadas. Es decir, se valoró que era mejor cubrir los gastos "a pesar de tratarse de una verdadera fortuna" que correr el riesgo de sufrir "un daño reputacional" en el caso de acudir a los tribunales y que "la otra parte" convirtiera el proceso en "uno de sus circos mediáticos".

Ana, a diferencia del padre que también perdió un hijo, eligió pasar el duelo a su manera: horas en pantalla, exclusivas, declaraciones, exhibiciones en medios y redes. Para ella, además de una forma de aportar ingresos a su economía, los done o no, es una manera de mantener vivo el legado de su hijo, fallecido en 2020 con 27 años a causa de un sarcoma de Ewing. En el nombre de su hijo escribió el libro, y ha tenido una hija que, según ella, está concebida a partir del semen de Aless porque ése fue el deseo del joven; un deseo que hasta la fecha no han corroborado ni su antigua novia ni Alessandro Lequio.
El nacimiento de Ana Sandra Lequio hace poco más de un año mediante gestación subrogada en Estados Unidos con una muestra de semen de su hijo y las sucesivas exclusivas, así como sus contradictorias explicaciones sobre las donaciones de sus trabajos, levantaron tantas polémicas como las crispaciones políticas; y no solo en los medios sino en la calle y hasta en el Parlamento.

Las aportaciones de Ana a la Fundación que lleva el nombre de su hijo se han sabido ahora, si bien no ha quedado claro si "todo" lo que ha recaudado por El Chico de las Musarañas ha sido aportado, como se comprometió a hacer. Desde luego, las cifras que ha cobrado la presentadora por sus exclusivas (en Hola y en distintos espacios de televisión) son un misterio. Ella misma anunció que donaría todo aquello, además de sus promociones en redes sociales. Algunos expertos valoraron en su día el montante de estos reportajes en una cantidad cercana al millón de euros. "He donando algunas exclusivas. No todas porque ahora tengo una boca que alimentar", acabó admitiendo tras ponerse en duda que hubiera cumplido con lo que ella misma anunció en su día. Ana es capaz de negar en la cara de los espectadores evidencias imposibles de ocultar. De hecho, este viernes negó haber acusado en su día a Lequio de la filtración de los datos (que ella no daba por buenos). El aristócrata negó la mayor revelando que "los únicos que tienen acceso a las cuentas son el tesorero y Ana".

La fortuna de Ana Obregón

De Ana solo nos consta una propiedad inmobiliaria a nombre de Ana García Obregón, al menos en España: su mansión de La Moraleja. Pero la herencia que recibirá la pequeña Ana Sandra será suculenta. Lejos quedan aquellos 14,5 millones de euros que cobró su madre por las cinco temporadas de Ana y los 7 (2002) o los entre 50.000 y 80.000 euros que ganaba por cada programa del concurso semanal ¿Qué apostamos? (1993). Los 35.000 euros por las Campanadas de 2021, inversión en cemento y ladrillo.

El patrimonio de la presentadora ronda los 30 millones de euros, según publicó la revista Lecturas no hace mucho. Los registros de sus empresas son reveladores. Yoana Producciones SL, gestionaba su marca televisiva y en 2015 poseía un activo total 3, 4 millones de euros y 180.000 en beneficios. Por parte de familia participa en Promotorados SA, compañía inmobiliaria que gestiona junto a sus cuatro hermanos y que en 2022 tenía activos cifrados en 3, 9 millones de euros, a pesar de registrar pérdidas de más de 100.000 euros. Ana, Celia, Amalia, Javier y Juan Antonio García Obregón extinguieron en 2013 la sociedad Promotorauno SA, que en 2011 tenía un activo de 56 millones de euros, aunque un balance negativo por valor de seis millones.

Otra inversión de los García-Obregón está en Niesa Nueva Inmobiliaria Española SA, que en 2022 contaba con un activo de 3, 7 millones de euros, a pesar de registrar pérdidas de más de 280.000 euros. Hablamos de la empresa que impulsó la zona residencial de lujo de La Moraleja, el principal proyecto urbanístico que llevó a cabo su padre. Antonio García, fue un emprendedor visionario, muy trabajador y se hizo millonario edificando el Madrid de los años 70. Le ayudó su suegro, Juan Obregón, abuelo de Ana y un importante constructor de la época. El gran Antonio Obregón se refería cariñosamente a su hija como "Antoñita la Fantástica", como la propia bióloga ha relatado. Tal vez eso explique que, como Pedro Sánchez, ella no mienta sino que cambia de opinión. "No voy a donar más exclusivas, ahora todo es para Anita", rectificó en una entrevista concedida a Sonsoles Ónega después de sostener lo contrario.

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